El temporal "Ana" truncó las previsiones optimistas de las estaciones de esquí asturianas, que por primera vez en los últimos cinco años abrían al público en el puente de la Constitución. Las condiciones sólo fueron óptimas los días 6 y 7, con 31 kilómetros de pistas. "Ana" espantó también a los turistas que anticiparon su salida de Asturias ante una jornada en la que se registraron rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora en algunos puntos de la costa y arreció la lluvia. El temporal se recrudeció en las horas finales del día y hoy continuarán las dificultades, con el pronóstico de nevadas a 600 metros de altitud.

La región continúa hoy en alerta, que ha descendido de roja a naranja. El domingo fue de viento y lluvia y el lunes va a ser de nieve a cotas relativamente bajas. Así, el Ministerio de Fomento ha activado los medios necesarios para hacer frente a las nevadas que puedan producirse en Asturias, Cantabria y Castilla y León, según informó en una nota. Fomento ha dispuesto 488 equipos quitanieves y una capacidad de almacenamiento de 104.115 toneladas de fundentes.

El viento soplo fuerte ayer en la rasa costera aunque no se alcanzaron las rachas anunciadas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Al cierre de esta edición, según los registros de la Aemet, la racha más intensa se había registrado en el Aeropuerto, con 113 kilómetros por hora. A mediodía se habían alcanzado en Cabo Busto los 98 km/h. El aeródromo asturiano operó con normalidad, al contrario que otros del país, que se vieron obligados a cancelar algunos vuelos por la fuerza del viento, como ocurrió en Sevilla y Bilbao.

Aunque las previsiones apuntaban a que la mayor fuerza de "Ana" y su peligrosidad sería el viento, la lluvia es lo que más ha afectado a la región. En Castrillón, Gijón y Castropol las calles se vieron anegadas y los sistemas de saneamiento no fueron capaces de absorber el agua caída. En Cudillero, los hosteleros de la plaza de la Marina se vieron obligados a retirar las famosas terrazas del anfiteatro, en pleno puente festivo, por la lluvia y el viento.

Según los datos de la Aemet, la precipitación máxima acumulada se registró en Pola de Somiedo con 40.2 litros por metros cuadrado. En cuanto a la temperatura, el día de ayer fue incluso caluroso para diciembre, la máxima se alcanzó en Mieres donde el termómetro subió hasta los 20,4 grados centígrados y la mínima se registró en San Antolín de Ibias con 7,4 grados.

La lluvia también provocó problemas en la localidad de Baiña (Mieres), donde una familia vio como se colapsaba la bajante de aguas de su casa y se le inundaba el patio hasta formarse una enorme balsa. Juan Villoria tuvo que llamar a los servicios municipales de Mieres para que con una cuba acudiesen a ayudarle a retirar el agua, porque temía que le entrase en casa. "El problema es que quién sabe lo que va a pasar por la noche", aseguró, mientras retiraba el agua con cubos sin descanso.

La previsión es que "Ana" comience a retirarse mañana martes y que el tiempo se estabilice en Asturias.