Las subvenciones estatales a las comunidades más endeudadas para afrontar los intereses de sus números rojos acaban siendo un mecanismo perverso de financiación. Así, Asturias, con un nivel de endeudamiento bajo, se ha visto perjudicada respecto a otras comunidades altamente endeudadas, como Cataluña y la Comunidad Valenciana. Un estudio del economista asturiano Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) constata que las ayudas para pagar las deudas de las regiones empufadas terminan por ser una inyección de fondos que mejora su financiación por habitante. Y hasta el punto de cambiar la correlación en la financiación que reciben las autonomías. En 2015, Asturias estaba "en apariencia" mejor financiada por habitante que Cataluña, pero con el dinero que entró por la puerta de atrás para subvencionar los intereses, los catalanes quedaron sobre los asturianos.

El cálculo elaborado por Ángel de la Fuente determina que, si se tienen en cuenta los préstamos bonificados del Estado al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y otros mecanismos adicionales, las cuentas de los recursos cambian. La Comunidad Valenciana, Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha y Baleares escalan puestos en la financiación por habitante, mientras que el resto desciende, incluida a Asturias. La paradoja está en que, al hilo del estudio del economista asturiano, los habitantes de las comunidades más endeudadas acaban logrando más recursos por cabeza gracias a las ayudas para pagar los intereses del "pufo".

A esta situación se suma otra más preocupante para las regiones como Asturias: el discurso que se instaura en Cataluña o la Comunidad Valenciana de que cabe negociar una quita de la millonaria deuda de estas comunidades autónomas. La quita implica que el Estado asuma el dinero que deben los territorios con peor situación financiera y que han actuado con derroche evidente en algunos casos, lo que implica que lo pagarán el resto de españoles. Habría, por tanto, una doble penalización para los territorios que han limitado su gasto, tienen menos recursos y deberían contar con mayor solidaridad de las regiones con mejor renta per cápita pero a las que asfixia su elevada deuda. El análisis de Ángel de la Fuente coincide con cuentas que ya había echado el Gobierno regional (el economista asturiano formó parte del "grupo de sabios" que congregó en su día el presidente Javier Fernández). De hecho, ese es uno de los argumentos que Asturias está dispuesta a emplear una vez que se abran las negociaciones de la futura financiación autonómica.

Según sostiene el estudio del asturiano Ángel de la Fuente entre 2012 y 216, los préstamos concedidos a las comunidades ascendieron, en saldo neto, a 150.063 millones. Sobre esa cantidad, los territorios lograron ahorrarse de los intereses, por mecanismos extraordinarios de financiación, casi 21.890 millones de euros, pero el mayor beneficio se lo llevaron los territorios con mayor deuda.

Levante frente a Noroeste

De la Fuente señala que Asturias llegó a perder en 2015 hasta un 2,8 por ciento de financiación por cada asturiano si se tienen en cuenta todos los ingresos y ayudas a la deuda, mientras que otras comunidades como Cataluña y Valencia lograron de manera velada una mejora del 5,5 por ciento y del 6,4 por ciento, respectivamente.

En resumen: las comunidades con más deuda y que a la sazón tienen mejor renta per cápita, terminan "premiadas", mientras que las que contienen el gasto por tener menos recursos reciben un castigo añadido. Esta cuenta es una evidencia más de las tensiones entre el Levante y el Noroeste que se avecinan y que estallarán cuando se negocie la futura financiación autonómica: una disputa entre ricos y pobres en la que, además, algunos tienen cartas en la manga.