La amenaza silenciosa de la escuela asturiana ya no está en el empujón a escondidas en el patio, el insulto o las humillaciones al salir de clase o la patada bajo la mesa. Quienes amedrentan y acosan a los menores de la región en la etapa de Secundaria lo hacen ahora a través de herramientas tecnológicas. El ciberacoso va ganando espacio al acaso tradicional. Lo dice el informe de la Administración regional, elaborado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), donde se realiza una exhaustiva radiografía de la nueva realidad del acoso escolar, con los roles que se esconden detrás de esta problemática y las posibles soluciones para erradicar esas conductas del aula. Cifras cantan y dos de cada cien estudiantes de Secundaria en el Principado aseguran ser víctimas de acoso pero un 3,25% del alumnado en esta etapa asegura padecer ciberacoso severo. "Queremos conocer para actuar y es objetivo de nuestra Consejería que el patrón de convivencia sea el patrón de calidad. Sin una buena convivencia en los centros no se puede aprender bien", aseveró el consejero Genaro Alonso.

El ciberacoso, entendido como el acto violento e intencionado que se realiza de forma repetida a través del uso de las nuevas tecnologías y por parte de una o varias personas hacia otra que tiene dificultades para defenderse, se presenta como uno de los problemas en alza en los institutos asturianos. Desde la Consejería reconocen que es "más pernicioso" que el acoso tradicional porque se esconde detrás del anonimato, la intemporalidad y la posibilidad de que pueda realizar en cualquier momento y en cualquier lugar. La prevención, aseveró el director general de Desarrollo Curricular, Francisco Laviana, es una tarea social en la que las familias también deben alinearse con la estrategia de los centros convirtiéndose en agentes proactivos en la prevención del acoso. Los usos de Internet considerados "problemáticos" pueden desembocar en un deterioro de la calidad de vida de los chavales relacionada con su salud. Así, entre los 25.582 alumnos participantes en el estudio, procedentes de 115 centros (82 públicos y 33 concertados), una mayoría de las víctimas se concentra en la franja de edad entre 13 y 14 años mientras que la mayoría de los acosadores se sitúa entre 15 y 16. El informe detalla asimismo un control insuficiente en cuanto al tiempo de uso de los dispositivos móviles por parte de los menores de manera que un 96% de los alumnos entre 12 y 16 años hace uso de manera frecuente de un dispositivo móvil de su propiedad con conexión a Internet que, en un 64% de los casos no disponen de ningún control parental. En ese contexto más de 5.000 alumnos de Secundaria y Bachillerato consumen más de cinco horas diarias en el uso del teléfono móvil. Y es tan intensivo que uno de cada cuatro reconoce que si le castigan sin móvil le genera ansiedad o estrés.

En el acoso tradicional, 605 adolescentes asturianos asegura ser víctima de forma severa mientras que 237 se reconocen en el papel de acosador. En ciberacoso se contabilizan 832 víctimas, y 588 admiten encajar en el perfil de cibercosadores, siendo mayoría los chicos (403 frente a 185 chicas). Con relación a la ciberagresión, explicó el investigador principal del estudio, Joaquín González Cabrera, la franja con mayor prevalencia es la 15 a 16 años mientras que son mayoría las víctimas de 13 y 14 años. Según González Cabrera, el móvil representa "un arma muy poderosa sin control parental en manos no suficientemente formadas". Tanto es así que medio millar de alumnos prefieren la interacción online que cara a cara, otros tantos admitieron pensar obsesivamente en conectarse a la red, Además, uno de cada diez reconocieron usar Internet para sentirse mejor cuando estaban tristes. "El acoso o ciberacoso no se da siempre dentro del contexto escolar", proclaman los autores del estudio quienes detallan que la violencia no es inocua para ningún rol, "aunque sea más perniciosa para quien la recibe". Principado y UNIR concluyen en su estudio que tanto la lucha contra el acoso como la búsqueda de un uso adecuado de las nuevas tecnologías requiere de la implicación de toda la comunidad educativa. La presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar en Asturias, Encarna García, denunció que se haya optado por encargar a una entidad privada este estudio pese al trabajo continuo que siguen en la región, "con cifras alarmantes de acoso en Primaria que van en aumento". García aseveró que las direcciones de los colegios niegan conflictos pese a que más de 2.000 niñas y niños de Primaria lo sufren en Asturias.

La próxima semana el Principado dará a conocer su plan estratégico de participación y convivencia.