"El carbón es necesario para garantizar el suministro energético, pero hay que utilizarlo de forma sensata y respetuosa con el medio ambiente. Carbón, sí, pero con la tecnología adecuada. Hay que hacer más inversiones".

Así resumió ayer su pensamiento sobre el presente y el futuro del carbón la científica asturiana Rosa Menéndez, flamante presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un organismo que aglutina a más de 15.000 trabajadores, de los cuales más de 3.000 son investigadores en plantilla y otros tantos doctores y científicos en formación.

Rosa María Menéndez López (Cudillero, 1956) tomó posesión de su nuevo cargo anteayer, miércoles, en presencia del ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos. Ayer por la mañana ofreció una rueda de prensa en Madrid, tomó un avión a Asturias, y a la seis de la tarde atendió a los medios de la región en un lugar que conoce muy bien, pues ha sido su centro de trabajo hasta hace pocas semanas: el Instituto Nacional del Carbón (Incar), emplazado en La Corredoria (Oviedo). "Me siento en mi casa", resumió Rosa Menéndez.

La química asturiana se manifestó "contenta" y "cómoda" en su nuevo cargo al frente de la entidad que aglutina al 6 por ciento del personal dedicado a I+D en España, y que genera aproximadamente el 20 por ciento de la producción científica nacional. En Asturias, dependen del CSIC, además del Incar, el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), emplazado en Villaviciosa, y el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnologia (CINN), ubicado en San Martín del Rey Aurelio.

Rosa Menéndez expresó su deseo de impulsar una unidad de investigación mixta entre el CSIC y la Universidad de Oviedo que lleve a buen puerto el embrión colaborativo constituido hace unos años para estudiar la biodiversidad de la Cordillera Cantábrica. "Impulsaremos este proyecto si conseguimos darle interés y un carácter distintivo, y si disponemos de los medios necesarios", explicó.

Hace unas semanas, antes de tomar posesión, la responsable del CSIC mantuvo una reunión con el presidente de Asturias, Javier Fernández. "Le trasladé mi voluntad de reforzar la colaboración entre el Consejo y el Principado; podemos aunar esfuerzos y hacer más cosas", indicó ayer. A juicio de Rosa Menéndez, los centros del CSIC en Asturias "están haciendo un esfuerzo importante". Como estrategia de futuro para estos equipamientos, apuntó la necesidad de "mejorar la relación con el sector industrial y con la Universidad".

La científica reiteró algunas de las prioridades que ya había esbozado en su discurso de toma de posesión: dar estabilidad laboral al personal del CSIC, otorgar un futuro también estable a los contratados del programa Ramón y Cajal... En definitiva, "luchar por conseguir más contratos indefinidos". Ésa es la clave, indicó, para "mantener el talento que atesora el CSIC y para que vuelvan a España científicos de valía que se han ido a otros países". Según el diagnóstico de Rosa Menéndez, para que los investigadores de excelencia quieran retornar a España es necesario "ofrecerles un buen ambiente a todos los niveles y darles una cierta estabilidad". "No van a fiarse de un contrato temporal sin saber lo que va a sucederles después", afirmó.

Rosa Menéndez se mostró partidaria de fórmulas que estimulen el rendimiento, compaginando la estabilidad laboral de los científicos con la evaluación periódica de sus investigaciones, sin llegar a convertirlos en unos funcionarios más. "Podemos ofrecer contratos indefinidos pero valorando el trabajo cada cinco años: estoy muy de acuerdo con esa forma de hacer las cosas y espero que sea una realidad", enfatizó la nueva presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.