Diez años y cuatro ministros de Fomento han tenido que pasar para que fuera inaugurado un tramo de autovía de 2,3 kilómetros de longitud, el que une Doriga y Cornellana, en el concejo de Salas, que pertenece a la A-63 (Oviedo-La Espina). Ayer fue el día. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presidió un acto al que asistieron el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, cinco senadores, diputados en el Congreso, parlamentarios autonómicos, directores generales, alcaldes, concejales, responsables de la obra... Es el primer tramo de autovía inaugurado en Asturias en tres años: el último fue el Pendueles-Unquera de la autovía del Cantábrico, el 30 de diciembre de 2014. Y supone el desbloqueo -definitivo, según Fomento- de la autovía del Suroccidente.

La obra, que había comenzado en 2007, durante la etapa de la socialista Magdalena Álvarez como ministra de Fomento, quedó parada en 2010 (aún con la gaditana en el cargo), oficialmente a causa de la crisis, lo mismo que el tramo vecino, el Cornellana-Salas. Pasaron después por el Ministerio el también socialista José Blanco, la popular Ana Pastor y el actual titular del departamento, que aprovechó la ocasión para desvelar que ayer mismo se reanudaban las obras del Cornellana-Salas y que ya se está supervisando el proyecto del tramo siguiente, el Salas-El Regueirón (entre Salas y La Espina se puso en servicio en 2012 la primera calzada de la autovía, pero como vía de doble sentido, por lo que aún falta duplicarla), pero aún hace falta incorporar dos informes que no estaban previstos inicialmente: el recálculo de las estructuras para comprobar la adaptación a la nueva normativa y estudios hidráulicos para ratificar la validez de las estructuras ya ejecutadas. Todo ello demorará unos meses la licitación de la obra. La inversión se sitúa en torno a los 10 millones de euros.

Por su parte, el presupuesto de la obra Doriga-Cornellana asciende a 39,3 millones de euros, cantidad que sumada al coste de redacción del proyecto, las expropiaciones, la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra y el programa de vigilancia ambiental ha elevado el coste hasta los 43,76 millones. Tiene cinco estructuras: tres pasos inferiores, un paso superior y un viaducto, el que avanza sobre el río Narcea, con 875 metros de longitud y una altura de hasta 75 metros sobre el valle. Incluye el enlace de Cornellana, situado al final del tramo y que cuenta con una vía de enlace de 820 metros de longitud, hasta una rotonda que enlaza con la N-634.

Finalmente, el presupuesto del tramo Cornellana-Salas se sitúa en 71,1 millones de euros, aunque el gasto total será de 80,41 millones de euros una vez sumados los costes añadidos. El tramo entrará en servicio en el año 2020, según avanzó el Ministro, quien resaltó que ya está ejecutado el 35 por ciento de la obra, pero ha sido necesario rehacer el proyecto debido a la complicada orografía de la zona por la que discurre el trazado.

Tanto el tramo inaugurado ayer como el que conducirá hasta Salas tendrán en la mayor parte de su recorrido una severa limitación de velocidad: 80 kilómetros por hora. Una restricción que ha suscitado algunas críticas entre vecinos de la zona, que consideran que está injustificada. La razón es la complejidad del trazado, condicionado por la orografía del lugar.

"Este es un gran día para Asturias", manifestó el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, tras la inauguración y después de conocer los planes del ministro de Fomento, cuya visita a Asturias, la tercera este mes, consideró "de enorme interés" por los anuncios realizados, tanto en materia de carreteras como de ferrocarriles.

El alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, de Foro, expresó también su satisfacción por la inauguración del Doriga-Cornellana, por la reanudación del tramo hasta la capital del concejo y por el anuncio de la inminente continuación de la autovía hasta El Regueirón. El regidor salense agradeció al Ministro que haya asumido la petición vecinal y municipal para construir la glorieta de Cornellana, que no estaba prevista en el proyecto inicial, y pidió que la A-63 no quede convertida en un "fondo de saco", sin salida, y que no solo llegue hasta La Espina, como estaba previsto inicialmente, sino que continúe más allá, por un lado hasta Canero, donde enlazaría con la autovía del Cantábrico (A-8), y por otra, salvando la cordillera Cantábrica, hacia Ponferrada, por Tineo y Cangas del Narcea, tal y como se llegó a plantear la Administración antes de la crisis económica.

El senador de Foro Isidro Martínez Oblanca calificó la inauguración del Doriga-Cornellana de "importante" para "poner fin al aislamiento del occidente de Asturias", pero añadió que la autovía "debe continuar" hacia La Espina. Tuvo un recuerdo para la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor, a quien adjudicó la decisión de reactivar la obra, "paralizada por los ministros socialistas en unos momentos críticos para España".

El diputado en el Congreso de Podemos Segundo González celebró la finalización del tramo Doriga-Cornellana. A su juicio los pilares del viaducto sobre el río Narcea , que permanecieron inacabados durante varios años, simbolizaban "el olvido del suroccidente de Asturias por parte de la Administración central". El diputado resaltó que este fin de obra llega "con siete años de retraso" y con un añadido: "Seguimos sin fecha de finalización de los siguientes tramos". González pidió "menos promesas y más presupuestos" y expresó su deseo de que la autovía continúe, porque "el Occidente está 'fartu' de esperar".