El fallecimiento de Aurelio Menéndez, quien fuera ministro de Educación, llenó de tristeza ayer al concejo de Ibias. Aunque gijonés de nacimiento, Menéndez siempre estuvo muy vinculado al concejo del Suroccidente por ser la tierra natal de sus padres. La apuesta por crear un colegio en San Antolín de Ibias, que lleva su nombre, y más tarde por hacer que el pueblo se presentase al premio "Pueblo ejemplar" ha hecho que sus vecinos siempre le hayan tenido un especial cariño.

Visitación Blanco, directora del colegio, aseguró ayer que su fallecimiento "es una noticia muy triste para el centro". Señaló que Menéndez era "el mejor embajador" que tenían y que siempre se mostraba pendiente de ellos y de las actividades que desarrollaban.

La alcaldesa, Silvia Méndez, subraya "la profunda huella" que deja Menéndez en la sociedad ibiense y recalca que "se volcó con esta tierra y con el proyecto educativo del centro que sirvió para que los alumnos se desarrollasen intelectual y socialmente".

El alcalde del concejo en el momento en el que se inauguró el colegio, José María Cancio, recuerda que ambos colaboraron intensamente entonces y que fue el propio Aurelio Menéndez quien impulso la candidatura de San Antolín de Ibias para el premio "Pueblo ejemplar", que recibió en 1999.

En Sisterna, su pueblo paterno, también se ha sentido la pérdida. Enrique González, dueño del hotel Tixileiro, recuerda que las visitas de Aurelio Menéndez a Ibias tenían como parada obligatoria Sisterna, donde se alojaba en su establecimiento. González asegura que era una persona muy querida en el pueblo y destaca de él que "le dio mucha vida al concejo con la apuesta por la creación del colegio en San Antolín".