Aurelio Menéndez desarrolló una intensa actividad académica, por lo que ayer fueron numerosos los discípulos suyos que recordaron su trayectoria. Fue catedrático de Derecho Mercantil en las universidades de Santiago, Salamanca y Oviedo (donde fue vicedecano), y finalmente en la Universidad Autónoma de Madrid, de la que era decano de honor.

Fue considerado uno de los mayores expertos del país en Derecho Mercantil y se vinculó a numerosas actividades y publicaciones sobre el tema. Recibió la Medalla de Oro de la Universidad Autónoma de Madrid y fue doctor honoris causa por las Universidades de Oviedo y Carlos III. Entre sus abundantes reconocimientos resalta la manzana de Oro del Centro Asturiano de Madrid.

De la mano de otro asturiano y gijonés, Torcuato Fernández Miranda, llegó a la política. Fue Fernández-Miranda quien le propuso para el cargo ante Adolfo Suárez. Entre las anécdotas de su etapa como ministro se cuenta que recibió al también profesor de Derecho Mercantil Teodulfo Lagunero, quien le planteó la petición de Santiago Carrillo de entrar en España con pasaporte oficial. Su profunda formación y humanismo se convirtieron en su mejor legado político.