La situación en las urgencias de Cabueñes está siendo complicada de por sí, debido a la multitud de consultas por gripe, sin falta de que se incluyan añadidos complejos como la inusual sucesión de casos de meningitis en adultos que se ha dado en el centro sanitario gijonés. Tres en poco más de quince días, el último de ellos con un varón de 73 años que permanece grave en la UVI gijonesa. Unos casos que, hasta que se llega a confirmar el origen de la enfermedad, siempre obligan a extremar medidas de aislamiento, y más en momentos de alta frecuentación del servicio. Los especialistas aseguraban ayer que no hay "epidemia" de meningitis, dado que todos los casos han tenido origen en gérmenes distinto y ni siquiera tienen un agente causal que obligue a medidas preventivas, como ocurriría en casos de meningitis bacteriana por meningococo.
El último enfermo llegó a las urgencias de Cabueñes la noche del miércoles. El hombre sólo hacía unas horas que había vuelto a la región tras pasar unas vacaciones en Málaga. Durante esos días de descanso el estado de salud del paciente, según relató su mujer a los médicos, no fue bueno e incluso consultó varias veces al médico suponiendo que sufría algún proceso gripal o de enfermedad común.
Pero en el vuelo de retorno a Asturias la situación se complicó evidenciando el gijonés un deterioro neurológico que obligó a la familia a poner rumbo sin dilación a las urgencias del hospital, donde tras una punción lumbar se comprobó que se trataba de un caso de meningitis. Los facultativos que le atendieron y responsables del servicio gijonés reconocían ayer la singularidad de que se den tantos casos seguidos de un proceso que, pese a que siempre generan alerta en la población no es una patología tan rara -se estiman en unos 40 casos al año en Asturias-, con distintos grados de importancia según sea su origen -por bacteria, virus, parásito o incluso un hongo-, y por lo mismo no siempre implican poner en guardia a los servicios de salud pública. "No estamos ante una epidemia de meningitis", aseguraban ayer especialistas. La confirmación, a última hora de la mañana, de que el último enfermo sufría un caso de meningitis por neumococo sirvió además para ratificar que no había que tomar medidas profilácticas en su entorno ni entre las personas con quienes hubiera tenido un contacto más directo en días previos. Los casos anteriores eran también por gérmenes diferentes.
