Esta información ha sido elaborada por: Pablo ÁLVAREZ (Oviedo), Ana RUBIERA (Gijón), Andrés VELASCO (Mieres) y Sandra F. LOMBARDÍA (Avilés)

La gripe se dispara en Asturias. La semana pasada, la última de 2017, alcanzó las tasas más elevadas de los diez últimos años, con unos 7.500 casos en esos siete días. La incidencia de la enfermedad en el Principado casi cuadruplica la media nacional. La cifra oficial de fallecidos en el área sanitaria de Oviedo ha llegado a siete, pero la máxima presión sobre la red sanitaria está registrándose en las áreas de Gijón y Avilés. La Consejería de Sanidad del Principado señala que la situación actual "invita a pensar que se ha llegado al máximo de incidencia de la temporada", pero agrega que tal extremo sólo podrá ser verificado "en función de la evolución de las próximas semanas".

Y es que la gripe no deja de dar sorpresas. Las autoridades sanitarias daban por seguro que la presencia predominante de virus tipo B, sobre el papel menos contagioso que el A, provocaría que no se alcanzasen las tasas del invierno pasado. Sin embargo, han sido ampliamente rebasadas. La semana pasada se computaron 735 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra sensiblemente superior a los 636 por 100.000 registrados en la última semana de 2016, pico máximo de la epidemia de la campaña anterior. La tasa de la semana pasada es "una de las más altas de los últimos años, pero sin llegar a superar la máxima registrada en la red de médicos centinela en la temporada 2007-2008, con un pico de 953 casos por 100.000 habitantes", señala la Consejería. "La incidencia aumenta en todos los grupos de edad, pero de forma mucho más notable entre los menores de cinco años", agrega la Administración sanitaria.

La circulación masiva de virus B sí está traduciéndose en que la proporción de casos graves sea "claramente inferior a la de la temporada anterior". Sanidad vaticina que que la demanda asistencial por procesos gripales seguirá siendo alta, "tanto en atención primaria como en los hospitales".

La presión sobre los servicios sanitarios está siendo particularmente elevada en las áreas de Gijón y Avilés. En el Hospital de Cabueñes, siguen aumentando las camas supletorias. Ya son casi 180 los pacientes que sufren la incomodidad de las hospitalizaciones en habitaciones convertidas en triples, 60 más que al principio de la semana. Sin llegar al punto máximo de atenciones en Urgencias del inicio de semana, que rondó las 400 y donde el personal reconoce que vivió momentos récord -con hasta 140 pacientes, simultáneamente-, la demanda no se ve mitigada y lo que es peor, avisan en Urgencias, "con el personal ya muy cansado y también cayendo enfermo". El Hospital de Jove, que en epidemias de gripe intenta dar apoyo a las necesidades de Cabueñes, ya ha advertido que el centro está lleno y no pueden asumir más demanda que la propia.

Entre tanto, en Avilés, el colapso del servicio de Urgencias del Hospital San Agustín alcanzó ayer su punto crítico. Según los trabajadores, a mediodía había 16 pacientes esperando a ser ingresados con todas las camas del edificio ocupadas y otros 70 usuarios desbordaban la sala de espera, por lo que tuvieron que amontonarse en los pasillos de la entrada. "Algunos empleados han tenido que anular sus vacaciones para que el servicio no se colapse del todo; se han juntado la falta de personal y un aumento de pacientes casi inaudito", resumió David Menéndez, representante del Sindicato de Enfermería (Satse).

Olga González, de Usipa, hizo hincapié en que el personal médico está "rabioso" debido a que el pico de gripe en la comarca lleva activo durante más de dos semanas sin que se hayan puesto en marcha contrataciones de refuerzo. "La jefatura está de vacaciones, así que no podemos pedir explicaciones a nadie. Llevamos días con la sexta planta del hospital habilitada y los boxes están doblados. Solo el área de Traumatología funciona correctamente. Los pacientes del resto del hospital están enlatados en salas y pasillos y, los trabajadores, haciendo turnos imposibles y atendiendo a un cupo desorbitado de enfermos", apuntó.

Entre tanto, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se ha normalizado -siempre dentro de un flujo elevado- la afluencia de usuarios al servicio de Urgencias y no se han producido problemas de camas, apartado en el que el complejo sanitario de La Cadellada recibe el apoyo del Hospital Monte Naranco.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, declaró ayer en Mieres que la atención a los pacientes está siendo correcta. "Hay más demoras, porque hay más pacientes, pero a todos se atiende. Esperan más tiempo, pero todos saben que hay un triaje en la puerta de Urgencias en la que esperan más los menos graves, y casi no esperan nada los que tienen mayor índice de gravedad. Los que necesitan una cama ingresan", aseveró Del Busto.