"Desamparados y maltratados por el 112", así afirman que se sintieron los siete veinteañeros que tuvieron que pasar la noche atrapados en El Angliru, en chándal y playeros y en un todoterreno de cinco plazas. De hecho, la segunda llamada que hicieron al 112 para alertar de su situación la grabaron porque, como explican, "nos sentimos maltratados por ellos. No es normal que llames para pedir auxilio, te dejen tirado y se rían de ti por teléfono". Relatan los chavales que "nos dijeron que bajásemos los 5 kilómetros caminando y subiésemos nosotros mismos a llevar ropa de abrigo al resto de afectados, que ya éramos mayorimos para saber lo que hacíamos y que teníamos que haber pensado antes lo de ir en playeros".

Lo que comenzó como una ruta en todoterreno por El Angliru casi acaba en tragedia para E. G. M. y sus seis amigos. En torno a las dos de la madrugada del sábado al domingo, los jóvenes bajaban del célebre pico a bordo de un todoterreno por la RI-2. Ante la nieve y el mal estado de la carretera, decidieron aparcar el coche en perpendicular a la carretera para evitar deslizamientos y llamaron al Servicio de Emergencias del Principado.

Se desconoce lo que hacían en pleno puerto en medio de la noche, aunque este diario ha podido confirmar que no llevaban ningún tipo de material de senderismo ni ropa adaptada al frío. El ayuntamiento de Riosa había cerrado la carretera ante la acumulación de nieve, señalizando debidamente la prohibición. Con esta indumentaria y todos ellos apilados en un todoterreno decidieron de madrugada adentrarse en El Angliru. Llegaron casi hasta arriba, hasta que al llegar al muro de la Cueña de les Cabres, que supera el 23% de desnivel, el coche les dijo basta. A las cinco de mañana el servicio de emergencia "112" se puso en contacto con la alcaldesa de Riosa para solicitar la ayuda municipal. El Ayuntamiento activó a su servicio de conservación invernal de carreteras, pero la cuña sólo pudo abrir paso hasta unos metros por encima del área recreativa de Viapará. Es decir, entre el equipo de rescate y los atrapados había cerca de 4 kilómetros. Fue entonces cuando se decidió que al amanecer el propio grupo de jóvenes intentará el descenso andando.

El grupo de amigos asegura que desde el 112 no les dieron apoyo y que se burlaron de ellos."Les explicamos la situación pero no nos dieron alternativas", relata. Dos de los siete ocupantes del vehículo decidieron lanzarse a la aventura y se pusieron en marcha pasadas las 4.00 horas. Tardaron más de hora y media en llegar a Llanera.

Mientras tanto E. G. M. y el resto, cinco en total, decidieron pasar la noche en el todoterreno y, al amanecer, buscar soluciones. "Poníamos la calefacción pero nos estábamos quedando sin combustible", explica el llanerense, que ya por la mañana emprendió camino con otro compañero. "Bajamos y, cuando llegamos a Llanera, un amigo pudo subir y ayudar a los que estaban arriba, que ya pudieron bajar con el coche", afirma el joven, que recrimina al 112 su trato en una "situación de riesgo". "Ya somos mayorinos para saber lo que hacemos", les habían respondido telefónicamente horas antes desde el servicio de emergencias.