El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en la Junta General del Principado, Gaspar Llamazares, ha afirmado esta mañana que el caso del denominado 'recluso resucitado'

A través de una nota de prensa, la coalición ha anunciado que ha registrado este jueves una pregunta al Consejo de Gobierno asturiano sobre la situación que se produce en la cárcel de Asturias, "a consecuencia del desmantelamiento de la UTE por parte del Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias".

"El desmantelamiento de la Unidad terapéutica y Educativa ha provocado la generalización del mercado de la droga en el interior de la prisión y sus secuelas de incremento de incidentes, sobredosis y muerte", ha reiterado el diputado en una denuncia que, ha recordado, no es la primera vez que formula.

A esto, ha sumado el aislamiento de la prisión de las organizaciones e instituciones del entorno y dentro de ello la paralización del convenio con la comunidad autónoma en materia sanitaria, "así como de la cada vez más lejana transferencia".

En este sentido, Llamazares ha exigido saber qué valoración hace el Gobierno asturiano del "deterioro" de la convivencia en la prisión y de su aislamiento social e institucional y qué medidas y gestiones urgentes piensa desarrollar ante el Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias "para lograr la recuperación del modelo UTE, del convenio y la negociación de la transferencia sanitaria y del cambio en la dirección de la prisión".

Gonzalo Montoya, apodado "el Chino", fue dado por muerto a primera hora del pasado domingo, cuando los funcionarios hacían el recuento de las ocho. El preso se encontraba en su celda del módulo ocho de la cárcel de Asturias y no ofrecía signos de vida, en opinión de los dos médicos del centro (el que salía del turno de noche y el que entraba en el turno de día) y la forense de guardia de la comisión judicial que le examinaron y que certificaron su fallecimiento. El preso fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, con el fin de practicarle la correspondiente autopsia, mientras la dirección de la cárcel se ponía en contacto con la familia.

Al Instituto de Medicina Legal llegó en el interior una bolsa cerrada. La sorpresa de los operarios de la funeraria y del auxiliar de autopsias fue mayúscula cuando empezaron a ver que el supuesto fallecido se movía en el sudario y roncaba, comprobando que en realidad no estaba muerto, sino todo lo contrario. De inmediato se le trasladó al Hospital Universitario Central de Asturias, donde quedó ingresado, y donde ayer mismo reingresó en la UCI.