El preso que "resucitó" en la morgue después de ser dado por muerto por dos médicos y un forense cuando estaban a punto de hacerle la autopsia fue trasladado ayer de la uci del HUCA a la sexta planta -siempre custodiado por la Guardia Civil- tras mejorar notablemente en su estado, aunque, según su padre, José Carlos Montoya, "tiene los riñones muy inflamados y muchas secuelas por tenerlo metido en el congelador y la bolsa". Gonzalo Montoya Jiménez, de 29 años, recuerda que "lo estaban sacando de la bolsa para subirlo a la mesa para la autopsia y que estaba pintado", añadió el padre, que no tiene duda de que su hijo ingirió "pastillas para matarse". Montoya padre se emocionó al pensar en el futuro de su hijo. "Le queda un poco más de seis meses de estar preso y lo que más quiero en esta vida es que sea indultado, para que no vuelva. Si se mete de nuevo ahí dentro, tengo miedo de que haga lo mismo, y ya va la segunda vez, que ya se echó la soga al cuello antes. Que lo indulten, por favor, que lo indulten, porque si vuelve, sale efectivamente cadáver", suplicó.

Montoya se ha puesto en manos de un abogado conocido, Luis Tuero, quien ya plantea la necesidad de resarcir a esta familia. "Habrá que ver el expediente, los informes médicos, quién certificó el fallecimiento, cómo se hizo, quién comunicó el fallecimiento, porque ha tenido consecuencias", indicó. Tuero se mostró muy molesto con el trato dado a Montoya. "Les quitan la libertad y la dignidad. Como es gitano, que se joda. Si tiene una sobredosis, culpa suya. Lo que es evidente es que no funcionó el protocolo. Se ha producido un error. En el siglo XXI hay medios para determinar si una persona ha fallecido. Pudo haber sido más grave. Y está la desolación de la familia, a la que se informa de que su hijo ha fallecido cuando no es verdad", añadió. Para Tuero es evidente que se ha producido un fallo en el funcionamiento de la Administración y que cabe una demanda ante Instituciones Penitenciarias. En cuanto a la excarcelación que pide la familia, Tuero cree que hay vías, como la libertad condicional por una enfermedad incurable, en el caso de Gonzalo Montoya, psiquiátrica.

"Si el chaval no reacciona en la morgue, lo matan", sentenció Luis Manuel Montoya, tío de Gonzalo. "Ha habido una negligencia, porque a los presos no los controlan bien y les están dando medicamentos para todo el fin de semana y ellos tratan de suicidarse. Y hay trapicheos de medicamentos por tabaco y por todo", añadió. Un Juzgado ha abierto diligencias por lo ocurrido y la Policía judicial está realizando indagaciones. También la prisión ha abierto una investigación interna, del mismo modo que el Gobierno del Principado, que trata de averiguar si se han seguido los protocolos adecuadamente.

La familia de Montoya continúa tratando de sobreponerse a unos hechos de película de terror. "Fuimos a la cárcel para enterrarlo. Lo hemos pasado muy mal, es un caos que nunca se ha visto. Ahora estamos contentos. Ha sido un milagro del Señor", indicó Luis Manuel Montoya. Y otra familiar rubricó: "Ha sido gracias al Señor".