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AVE Cantábrico, plan "estrella" en el limbo

El tren de alta velocidad entre Ferrol y Bilbao, anunciado a bombo y platillo en 2003 por el Gobierno Aznar, relegado al último lugar de la lista de necesidades ferroviarias pendientes

AVE Cantábrico, plan "estrella" en el limbo

El AVE del Cantábrico, como el Guadiana, aparece y desaparece de la lista de promesas políticas desde que, hace 15 años, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, lo lanzara como proyecto "estrella" en compensación por el desastre del "Prestige", el petrolero que naufragó frente a las costas gallegas, vertiendo decenas de miles de toneladas de petróleo y provocando uno de los mayores desastres medioambientales de la historia de España. Anunciado en su día a bombo y platillo por el Gobierno de José María Aznar, el AVE Cantábrico permanece en el limbo desde 2010, cuando el ministro socialista del ramo, José Blanco, aseguró que continuar con el proyecto era "tirar el dinero".

Aunque oficialmente ningún gobierno ha renunciado al AVE Cantábrico, el hecho de que el Ejecutivo del Principado lo tachara de "poco operativo, dañino y costoso" fue la excusa perfecta para que el Gobierno de España lo haya relegado al final de la lista de proyectos ferroviarios pendientes. Con el avance de la "Y" del País Vasco, que unirá las tres capitales de aquella comunidad mediante líneas de alta velocidad, y la licitación de algunos tramos del corredor Cantábrico-Mediterráneo (Valencia-Santander) resurge la idea de unir Asturias y Galicia con Europa mediante una vía ferroviaria de altas prestaciones.

"No renunciamos a hacer un corredor (de alta velocidad) en el Cantábrico, pero ahora la prioridad es la variante de Pajares". La frase corresponde al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante una entrevista que concedió en exclusiva a LA NUEVA ESPAÑA, publicada el 24 de diciembre. Pero el corredor Cantábrico no está incluido en la Red Transeuropea de Transportes, y por lo tanto no tendrá acceso a ayudas de la Unión Europea, como mínimo, hasta 2027, pues hasta 2023 España no podrá plantear nuevas incorporaciones a esa red.

¿Cómo se conectará Asturias con la "Y" vasca en las actuales circunstancias? Mediante la red de ancho métrico de Renfe (antigua Feve), con un estado de conservación deficiente en muchos puntos y unas velocidades paupérrimas: los trenes de pasajeros tardan 7 horas y 40 minutos en recorrer el trayecto de Oviedo a Bilbao. Y el doble desde Ferrol.

La alternativa de utilizar el Ferrocarril de La Robla (ancho métrico) no mejora las cosas: 7 horas 30 minutos desde la localidad leonesa a Bilbao, tiempo al que habría que añadir las casi dos horas que, en el mejor de los casos, supone viajar desde Asturias, más el transbordo de Renfe a Feve.

Existe otra opción más: un tren transcantábrico mucho más veloz que el actual (hasta 120 kilómetros por hora, el doble que ahora), pero que exigiría la rehabilitación integral de la deteriorada línea de Feve por la Cornisa. Fue la solución que planteó hace un año el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, al ministro De la Serna.

La idea pasa por reconvertir el actual trazado de vía estrecha en un corredor de altas prestaciones para viajeros y mercancías, que conecte los grandes puertos marítimos cantábricos y les brinde una salida ferroviaria a Europa, con ancho de vía internacional (1.435 milímetros) y convoyes de hasta 750 metros de longitud. En líneas generales, esta es la propuesta que defiende el Gobierno del Principado. Pero de momento nada se ha avanzado para impulsarla.

El corredor Cantábrico-Mediterráneo, que unirá Bilbao y Valencia en 4 horas (la mitad que en la actualidad), aunque lentamente, sí avanza: en diciembre el Consejo de Ministros autorizó la licitación de las obras de un tramo del AVE a Navarra, incluido en ese corredor, que De la Serna calificó hace tres meses como "un proyecto de país" y "una prioridad social, política y económica". Incluso se refirió entonces al último proyecto de la conexión, el Bilbao-Santander, que exige la renovación de la vía actual de Feve y que, según dijo tiene "mucho sentido". El caso es que Asturias, una vez más, se queda fuera de un "proyecto de país". Y eso que el trayecto Asturias-Vizcaya figura entre los que más toneladas netas de mercancías mueven en España (unas 200.000 en el año 2016).

¿Qué alegan quienes se oponen al AVE del Cantábrico? Según los anteriores gobiernos del Principado y la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que causaría un impacto "brutal" en el medio ambiente de Asturias, que no vertebraría el territorio al exigir más de 40 kilómetros entre paradas, y que restaría inversiones en las cercanías. A cambio, el Ejecutivo y los conservacionistas apuestan por invertir en la actual línea de Feve para mejorar los tiempos, lograr una "verdadera integración territorial" y facilitar la movilidad regional e interregional. O sea, el "plan Feijoo".

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