Entre 8 y 73 millones de euros al año hay un mundo económico, una separación abismal que quizá se corresponda con la distancia ideológica entre muchos de los que defienden la cooficialidad del Asturiano y los que creen que es un engañabobos. Los números sirven en este caso para justificar no solo ideologías sino maneras diferentes de entender Asturias.
Esos ocho millones como coste anual extra que debería asumir la comunidad por la oficialidad del Asturiano fue la cifra, siempre aproximada, calculada por el economista y profesor de la Universidad Complutense David Rivas hace unos meses en la Junta General del Principado.
La cifra requiere matización. En realidad Rivas habla de un coste inicial de 21 millones a los que habría que restar los ocho que llegarían de Madrid por el llamado coeficiente de pluralidad lingüística y los cinco que la Administración regional ya se gasta en la promoción de la llingua.
El cálculo de Rivas acaba de ser contestado por los economistas Jorge Álvarez Riera e Ignacio Blanco, en representación de la Plataforma contra la Cooficialidad. Ellos calculan que la oficialidad saldría por 73 millones de euros al año "o lo que es lo mismo, 165 euros a cada hogar asturiano".
Partidas escondidas
Álvarez Riera cree que los cálculos se quedan cortos "porque siempre hay partidas escondidas y poner en marcha algo como una lengua oficial supone costes mucho mayores".
Desde el otro lado, el portavoz de Iniciativa pol Asturianu Inaciu Galán, no se cree una palabra de los números de la Plataforma contra la Cooficialidad. "Simplemente no tienen nada que ver con la realidad. Son cifras que no cuesta ni el euskera en el País Vasco, que es un territorio que no tiene intercomprensión entre las dos lenguas oficiales".
El cambio de postura de la Federación Socialista Asturiana (FSA) en favor de la oficialidad del Asturiano fue ayer, precisamente, la "mejor noticia del año" para la llingua, en la encuesta que Iniciativa pol Asturianu organiza todos los años.
Los antioficialistas estiman que el coste para la Administración regional rondará los 50 millones anuales, a los que hay que añadir unos 7 millones de gasto adicional de los Ayuntamientos y el incremento de un 25% para la implantación en los primeros cinco años. "Todo ello porque cuatro políticos y cuatro que viven de las subvenciones quieren crear una necesidad donde no la hay", afirma Álvarez Riera.
Extrema derecha
Inaciu Galán lamenta "la campaña de la extrema derecha" contra la oficialidad "que es un tema en el que hay consenso social. Figúrese si lo hay que la cooficialidad ha conseguido poner de acuerdo a Álvarez-Cascos y a Gaspar Llamazares".
Iniciativa pol Asturianu se quiere centrar en "los beneficios" de la oficialidad: "el sistema educativo recibiría más fondos y se fomentaría una industria cultural alrededor de la llingua", sin olvidar que unos 300 profesores de Asturiano en la red pública podrían salir del limbo de la interinidad eterna al no reconocer ahora la Administración central la especialidad docente del Asturiano.
Para la Xunta pola Defensa de la Llingua no es una cuestión de costes sino de derechos lingüísticos. Hoy la Academia de la Llingua hará pública su postura respecto a la polémica sobre la cooficialidad.
