Las aldeas del futuro serán "inteligentes" o no serán. Estos núcleos no funcionarán de forma aislada y deben integrarse en estrategias de desarrollo más amplias para las regiones y los territorios, así como fortalecer los vínculos con áreas urbanas cada vez más conectadas a lo rural.

Así dibujó ayer el campo que se avecina José Emilio Guerrero Ginel, especialista internacional en medio ambiente y desarrollo territorial y profesor de la Universidad de Córdoba, durante la jornada sobre el programa "Leader" y la Administración local, organizada por la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader). Guerrero, considerado un "gurú" de referencia dentro del mundo del desarrollo rural, insistió en la necesidad de "pensar en nuestro territorio de manera distinta, con una intensa intervención de los alcaldes y los municipios que deben ofrecer servicios múltiples".

Aunque Guerrero desgranó conceptos demasiado teóricos, como el del llamado "valor compartido" en los territorios o la "innovación abierta", ahora de moda, no perdió de vista el escenario real y finalmente terminó diciendo que el objetivo es que suba el precio de la leche. Para propiciar ese marco idóneo en el que se desarrollen ganaderías rentables consideró esencial dar importancia a las estrategias municipales, "que no son menos que otras y deben ir alineadas con ellas como capas de cebolla. "Un millón de euros bien gastados da mucho más de sí que cinco mal utilizados", indicó el especialista, que también abogó por trabajar para crear "territorios con alma".

La experiencia práctica la puso Paulino Herrero Amat, alcalde de Navaleno, en Soria, un pueblo de la comarca de Pinares, rodeado de montes de utilidad pública, con 700 habitantes, que lucha a brazo partido contra un despoblamiento que no logra frenar la creación de empleos. "Nos dicen que el único modo de solucionar los problemas del medio rural es crear empleo; en Soria lo hicimos y a los diez años la población volvió a decrecer, ése no es el camino; la clave es ofrecer buenos servicios de cercanía a la gente".

En estas jornadas participó también Jesús Casas, director general de Desarrollo Rural del Principado. Casas se centró en desgranar el futuro de las entidades locales en el "Leader", y comenzó su exposición diciendo que "voy a salirme del traje encorsetado y ponerme en el papel de una persona que lleva treinta y cinco años luchando por la Asturias rural". El director general se mostró muy preocupado por la "visión de la España vacía. Nosotros no somos Laponia. No puede ser que queramos ver lo malo donde está lo bueno. Lo que hay es que trabajar para que las gentes de los pueblos puedan estar y ser felices, independientemente de cuántos sean", señaló Casas.

El director general dice que "hay que romper con el modelo instaurado en el medio rural" y que el programa "Leader" es una parte de esa ruptura. Porque Casas defiende que los fondos "Leader" no son "una ventanilla que para repartir, son una forma de organizar el territorio. Sirven para plantar cara a los poderosos y financiar las ideas, los proyectos". Casas también defendió la legalidad del "Leader", "esto no es un chiringuito, nuestra prioridad es crear tejido social. Necesitamos ideas", remató.