La crecida del río Piloña, a su paso por Arriondas, obligó ayer a permanecer en alerta a las autoridades sanitarias del hospital del Oriente, aunque finalmente no fue necesario activar el plan de emergencia de inundaciones. El mayor riesgo se situó en torno a las ocho de la tarde, según fuentes de la Administración regional. El protocolo permitiría preparar el hospital contra una eventual inundación en cuarenta minutos. No obstante, fuentes de Bomberos de Asturias señalaron que el riesgo de que el Piloña se desborde es mínimo, pues a media tarde el nivel ni siquiera alcanzaba el testigo de peligro.

Las fuertes precipitaciones registradas ayer sí provocaron inundaciones en las instalaciones del servicio de Salud Mental de Arriondas, situadas en el complejo hospitalario. El agua llegó a cubrir varios centímetros el vestuario de los trabajadores. Los bomberos estuvieron hasta dos horas achicando con ayuda de una bomba en las inmediaciones para evitar que el agua siguiera colándose en la zona de bajocubierta.

Por otro lado, dos personas, una anciana y su hija, tuvieron que ser evacuadas por los bomberos de un garaje en La Morra, en Cangas de Onís, como consecuencia de un desprendimiento de tierras en una finca cercana que rompió un muro de contención, las ventanas y parte de la pared de la construcción.