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El perfil del pedófilo en internet: joven, soltero, con estudios y total ausencia de empatía

"Quienes buscan esas imágenes de niños ignoran que contribuyen a causar un daño irreparable", señala el criminólogo asturiano Faustino Brañas

El perfil del pedófilo en internet: joven, soltero, con estudios y total ausencia de empatía

Un 15 por ciento de los consumidores de pornografía infantil aseguran haber estado sometidos en su infancia o adolescencia a abusos sexuales y el 88 por ciento no tienen un historial delictivo previo. Estos son solo dos de los datos que desvela un estudio encargado por Instituciones Penitenciarias y que fue elaborado por la Universidad Autónoma de Madrid. ¿Cómo son los pedófilos virtuales? El estudio clarifica un "retrato robot", basándose en las personas que cumplen condena en España por este delito. Se trata de un joven, soltero y sin hijos, con buena formación porque un alto porcentaje tiene estudios académicos. De hecho, solo un 6 por ciento carece de ellos. Más de la mitad trabajan a tiempo completo o parcial; es decir, están integrados en la sociedad. Solo un pequeño porcentaje está en situación de aislamiento.

En cuanto a las relaciones de pareja, el 28 por ciento de los consumidores de pornografía infantil, esto es, casi un tercio, no presentan problema alguno de pareja de pareja. La mitad de los casos estudiados se caracteriza por relaciones inestables y el 22 por ciento admite graves problemas para tener pareja.

Faustino Brañas, decano del colegio de criminólogos de Asturias, cree que las motivaciones de los pedófilos virtuales tienen poco que ver con las relaciones de pareja. "De hecho, algunos son padres de familia. Se trata de personas que de algún modo descubren que lo que más les excita en mantener relaciones con menores. Aquellos que no pueden consumar ese deseo, se conforman con la contemplación de imágenes y vídeos", indica el criminólogo.

La nota característica de estos pedófilos "es la ausencia de empatía por los menores, despersonalizan a las víctimas e ignoran que, buscando y consumiendo esas imágenes, están contribuyendo a causar un daño irreparable, ya que están alimentando la rueda de agresiones sexuales para producir ese material", explica Brañas. Precisamente en la toma de conciencia del daño radica, en opinión del criminólogo, la clave para reeducar a los pedófilos, una rehabilitación que, a priori, siempre es posible.

El código penal español pena la producción, distribución, consumo y posesión de material de abuso sexual infantil facilitado cada vez más por el avance de las nuevas tecnologías. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los delitos relacionados con la pornografía infantil se produce en un entorno virtual alejado de un enclave geográfico concreto y, por tanto, no sometido a la legislación de un único país.

El experto en redes sociales del Cuerpo Nacional de Policía, forense informático y presidente de la Asociación educativa "Atlantics", Santi Rey, coincide en que no se trata de pornografía, sino que va más allá: "Se trata de un niño que está siendo abusado". "El pedófilo no actúa nunca solo, necesita relacionarse con otros para compartir información; y puede seguir escarbando durante meses para contactar con otros usuarios". Por eso, muchas veces cuando se descubre a un pedófilo, acaba cayendo toda la red que había detrás.

Una de las autoras el estudio de la Autónoma, Meritell Pérez, cree que no todos los consumidores son pedófilos. "Hay una gran mayoría que lo son, pero no todos, muchos de hecho consumen todo tipo de pornografía". No es un perfil homogéneo, según los expertos. Se vincula a una ansiedad social y una baja autoestima y un mayor interés sexual en los menores. Por ese motivo Instituciones Penitenciarias trabaja para intervenir de manera específica con los consumidores de pornografía infantil, a través de programas de penas y medidas alternativas. Esto contribuiría muy eficazmente a evitar víctimas futuras.

¿Cómo llegan a las fotos? La forma de compartir este tipo de pornografía es múltiple y variado. Están las redes "Peer to Peer" (P2P), que operan sin clientes ni servidores fijos, pero son fácilmente rastreables por la Policía por lo que se han ido abandonando. Existen otras redes, las "Friend to Friend", que pueden crear una minired donde solo acceden los autorizados por los creadores del programa.

También por la red Tor, conocida como Deep web, que garantiza el anonimato. Hay foros privados donde se utiliza la pornografía infantil como moneda de cambio para entrar. Pero hay más vías. "Los niños a veces tienen una incorrecta percepción de la privacidad on line", que acaba favoreciendo el "grooming", la extorsión y acoso a los menores para obtener imágenes.

A estas redes, Santi Rey añade otra: "Twitter tiene un problema grave con la pornografía infantil y, de momento, no lo han resuelto. Se puede enviar, por ejemplo, a través de mensajes privados". El criminólogo Faustino Braña indica que las nuevas tecnologías han facilitado estas prácticas. "Los pedófilos se sienten seguros en la red, pero es una falsa idea. La red está muy controlada y siempre queda rastro", indica.

En Asturias, a la baja

En Asturias, los casos de pornografía infantil tienden a reducirse. Según datos de la memoria de la Fiscalía asturiana, en 2016 hubo 11 casos de pedófilos virtuales, frente a los 15 de 2015, los 20 de 2013 o los 18 de 2012. Se investigaron además seis casos de utilización de menores con fines pornográficos, frente a los 7 del año anterior. En cuanto al "grooming", se produjeron dos casos.

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