"Cada vez hay más mujeres en Ciencia pero la brecha se mantiene en los niveles altos", certificó ayer la directora de Universidades, Cristina Valdés, en el transcurso de una mesa redonda con científicas donde se abordaron las dificultades de las féminas para avanzar en la carrera investigadora. Lo que Valdés expuso con cifras, de ámbito internacional, nacional y autonómico, lo apoyaron con su experiencia personal otras seis mujeres en Ciencia que coincidieron en tres aspectos: una mayoría de sus referentes profesionales eran varones, la conciliación de la vida familiar y laboral se hace muy cuesta arriba y aunque la suya es una carrera que quita mucho tiempo y, en ocasiones, apenas deja espacio para el descanso, cualquier sacrificio merece la pena. "Necesitamos del talento femenino para crecer en Ciencia", proclamó Olga Valverde, una de las seis únicas catedráticas mujer entre las 33 personas que han llegado a este estatus en la Facultad de Medicina de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. "En Ciencias las mujeres siempre han estado presentes, sobre todo en lo que son Ciencias Médicas y en Biología, aunque menos en Ingeniería. Lo que ocurre que estamos muchas a muchos niveles pero pocas en niveles de toma de decisiones, con visibilidad", aseveró la catedrática de Neurología del Comportamiento.

Ana Coto, responsable del grupo de investigación en respuesta celular al estrés oxidativo, recuerda que en Ciencia "todo está cambiando mucho" y aunque "la paridad va más lenta de lo que deseamos", ahora es más fácil tener referentes mujeres.

"En mi Facultad más del 80% de los alumnos son mujeres, pero una vez que la carrera científica implica avanzar y estabilizarse el cambio es más lento. Aunque hay muchas aportaciones de mujeres en Ciencia, no estamos en el diseño de las políticas científicas", lamenta la catedrática Olga Valverde.

Fiona Peris Sampedro, investigadora en Neuroencias en la Universidad de Goteburgo, también presente ayer en la Jornada de Mujeres Neurocientíficas de la Universidad de Oviedo, animó a las jóvenes a irse fuera. "No es sólo un aprendizaje científico, también lo es en lo personal", detalló, "es algo que tenéis que vivir", continuó diciendo antes de exponer que la situación de la Ciencia en España "es bastante grave". Pese al sesgo de género que se mantiene, animó a quienes tengan interés a introducirse en la investigación.

Paz Suárez Coalla, especialista en trastornos del lenguaje, comenzó a dar clases en la Facultad de Psicología cuando su niña tenía un mes. "Es muy duro investigar, dar clases, conciliar... pero aún así he podido hacerlo y aportar cosas a la Ciencia", celebra.