La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las consecuencias de la intensa nevada en el Principado

Caminatas de 20 km entre metros de nieve para devolver la luz por el temporal

Cuatro operarios relatan las duras condiciones para reparar más de cien averías eléctricas causadas por el temporal

Un soporte doblado en la línea de Abantro.

La "nevadona" que cayó en Asturias la semana pasada dejó paisajes preciosos, pero también cientos de casas sin suministro eléctrico y sin cobertura de móvil. Fue la cara menos amable del temporal. Las duras condiciones meteorológicas dificultaron mucho la labor de los operarios eléctricos, que durante días trabajaron intensamente para que en todos los pueblos de Asturias se hiciese de nuevo la luz. Cuatro trabajadores de la empresa EDP relatan las complejas condiciones en las que desarrollaron su labor.

Carreteras secundarias cortadas, espesores de hasta 85 centímetros para llegar a los postes del tendido, temperaturas gélidas y complicaciones para dar con las averías y poder acceder a los puntos conflictivos no fueron suficientes motivos para paralizar a los técnicos eléctricos. Y si algo recompensa a todos este esfuerzo es que luego, como explica Ricardo Quirós, uno de los técnicos, "cuando llegas a un pueblo como Buspriz, en el valle de Caleao, y la gente lleva dos días sin luz, piensas que van a venir a cantarte las cuarenta, pero resulta que acuden con el termo de café y con galletas. La gente de los pueblos de Asturias tiene una amabilidad especial".

Relata Quirós que la "nevadona" caída en Asturias complicó las reparaciones, que duraron hasta el doble de lo normal. "Se nos hizo muy largo, fueron días de mucho trabajo, de salir de casa a primera hora de la mañana y llegar a las once o doce de la noche, pero hubo muy buena coordinación, tanto con las empresas subcontratadas como con los vecinos, los ayuntamientos y con el Gobierno del Principado".

Iván García estuvo trabajando en las incidencias de Tineo y Somiedo, dos de los concejos más afectados por la nieve y por las averías eléctricas. "Hubo momentos en los que los coches no nos pasaban, así que nos hicimos caminatas de hasta veinte kilómetros para dar con las averías. En Somiedo tuvimos que pedir un carretillo a los vecinos y cuando nos dimos cuenta había cuatro o cinco a nuestra disposición", señala. Este técnico de apoyo de centro de reparto explica que la tecnología les ha facilitado también el trabajo, y es que ahora disponen de sistemas que les ayudan a saber dónde se ubica la avería: "Ya no vamos a ciegas".

No es extraño que cuando arrecia el temporal se ocasionen averías eléctricas en el tendido. Los fuertes vientos y la gran acumulación de nieve, que llegó a formar capas de hasta 40 centímetros en el cableado, dieron al traste con el servicio eléctrico en muchos concejos de Asturias, principalmente en el Occidente y en Caso, Belmonte y Somiedo.

"Había más de cien averías, pero los mismos vecinos nos fueron ayudando paleando la nieve para abrirnos paso. Nosotros estamos para solucionar las averías, pero cuando ves que la gente se vuelca siempre lo agradeces", concreta Joaquín Cabezas Berdasco, técnico de apoyo de operación y mantenimiento. "Si en una jornada normal trabajas ocho horas, la semana pasada llegamos a hacer hasta 18 horas seguidas. Sabemos que estar sin luz es un problema hoy en día, cuando todo funciona con electricidad". Y lo dice Joaquín Cabezas, que es somedano y sabe lo que es vivir con nieve y que todo lo que tiene de bonito lo puede tener de problemático. "Nosotros cuando vemos el tiempo y sabemos que se acerca el temporal, nos preparamos para actuar", asegura.

Ahora todas las líneas eléctricas están en funcionamiento, pero los trabajadores siguen estos días concentrados en reparar de forma definitiva las líneas que sufrieron incidencias con la última nevada. "Para restaurar el servicio muchas veces se toman soluciones eventuales, pero ahora hay que reparar las averías para que queden solventadas de forma definitiva", dice Joaquín Cachón, que ayer iba de viaje en su furgoneta, precisamente, a resolver una de estas incidencias del tendido eléctrico que necesita un segundo visto bueno para no volver a caerse con la próxima tormenta que azote Asturias.

Joaquín Cachón, natural de Cangas del Narcea y responsable de zona de EDP, lleva cuarenta y tres años en el oficio, pero asegura que estos últimos días fueron duros especialmente porque "la nieve era muy seca y se quedaba pegada al cableado. Además estuvimos días en los que no teníamos cobertura de móvil y, claro, ¡nosotros tampoco!, pero teníamos que dar solución a las averías y se hizo".

Cada vez que cae una gran nevada en Asturias, las líneas eléctricas se resienten. Suelen caer postes que ya se habían quedado viejos o se caen líneas porque no son capaces de aguantar el peso de la nieve, los rayos y la tormenta eléctrica son otras de las grandes amenazas del suministro de luz. Por eso gente como Ricardo Quirós, Iván García, Joaquín Cabezas y Joaquín Cachón saben que hay que estar siempre preparado por si llega el temporal. Si pueden llegar por carretera lo hacen, pero también si es necesario caminar kilómetros y kilómetros para solventar la avería. Quienes a diario pasan desapercibidos subidos a postes eléctricos fueron vitales para resolver los cortes eléctricos causados por la nieve. Hágase la luz. Y la luz se hizo.

Compartir el artículo

stats