El aeropuerto de Asturias dispone desde hace unas semanas de un nuevo sistema antiniebla (ILS en la jerga aeronáutica), pero hoy no ha funcionado porque está siendo sometido a un proceso de ajuste. Ello, acompañado por la densa niebla que cayó esta mañana sobre la terminal asturiana, derivó en la cancelación de un vuelo y el traslado de otros tres a Santander.

El ILS de Santiago del Monte es de última generación, más moderno y fiable que el anterior, que funcionó hasta el pasado 23 de octubre.

El nuevo sistema antiniebla, que supuso una inversión de 500.000 euros, es una ayuda electrónica que permite a los pilotos aterrizar los aviones en condiciones de baja visibilidad. Precisamente el hecho de que lleve poco tiempo funcionando obliga a realizar calibrados para comprobar su correcto funcionamiento y eliminar posibles errores. Estos procesos de ajuste, que se realizan en todos los aeropuertos cada cierto tiempo, son más frecuentes en los primeros meses de funcionamiento del sistema antiniebla.

El aeropuerto de Asturias permaneció sin ILS durante dos meses, entre finales de octubre y finales de diciembre de 2017. Los pilotos, no obstante, contaron con otros sistemas de ayuda, lo cual no impidió la cancelación de un vuelo y retrasos en otro el pasado 8 de diciembre.

El nuevo ILS supone una mejora en la operatividad del aeródromo, según sus responsables. Funciona mediante antenas de equipos de localizador, una senda de planeo y un sistema medidor de distancia asociado. Ofrece señales más estables, menor riesgo de interferencias y mayor eficiencia energética que el anterior sistema, que funcionó en el aeropuerto asturiano desde 2003.