El suplicio de los pasajeros del vuelo Lisboa-Asturias, que anoche no pudo aterrizar en el Aeropuerto de Asturias por la niebla, concluirá presumiblemente más de veinticuatro horas después de iniciado lo que para todos prometía ser un viaje de regreso a casa sin incidencias.

Los afectados han denunciado el trato recibido por la compañía aérea portuguesa TAP Portugal, así como la tensión vivida cuando la policía lusa irrumpió en el avión tras denunciar una azafata que una pasajera había grabado un vídeo de la situación.

Todo comenzó ayer, cuando pasadas las seis de la tarde (hora española) el avión despegó del aeropuerto de Lisboa con destino a Asturias. Una vez sobre el aeródromo de Santiago del Monte, el piloto inició la maniobra de regreso al no poder aterrizar por las condiciones meteorológicas en una jornada cuajada de incidencias aéreas en Asturias. A la niebla de nubes bajas se sumó que el sistema antiniebla del aeropuerto asturiano se encontraba en calibración, tras haber sido renovado recientemente.

El vuelo Lisboa-Asturias acabó aterrizando en Oporto pasadas las nueve de la noche, donde se vivieron escenas de tensión. "Nadie nos informa y el trato es penoso", aseguraron algunos de los pasajeros a este periódico, exasperados y al borde de amotinarse. Hacinados en un avión pequeño y con temperaturas "que parecen de 40 grados", el cabreo llegó al máximo cuando una azafata afeó a una pasajera que tratase de grabar un vídeo con el móvil. Ante el enfado y la protesta de los viajeros, la tripulación avisó a la Policía del aeropuerto de Oporto, que subió al avión. "Es un secuestro en toda regla", insistieron familiares de los afectados.

Eran las once de la noche y los pasajeros aún no habían recibido información sobre qué pasaría con ellos. La sorpresa llegó cuando poco después el avión volvió a despegar, pero con destino a Lisboa. Llegaron a la capital portuguesa a las 00.30 hora española, tras pasar más de seis horas en un avión, con la presencia de varios niños pequeños. La información que les facilitaron inicialmente era que el avión regresaba a Lisboa para repostar, pero no fue así.

Finalmente y ya en la capital portuguesa, la aerolínea portuguesa comunicó que el pasaje regresaría a Asturias repartido en tres vuelos diferentes: dos vuelos a Madrid que luego enlazarían con el Principado y un tercero a Londres para regresar a Asturias previsiblemente a las 19.45 de hoy. Habrán sido más de 24 horas de viaje para conseguir regresar a casa para estos últimos.

"Hemos dormido dos horas, la organización ha sido lamentable", ha explicado a LA NUEVA ESPAÑA una pasajera que había iniciado su vuelo para regresar a Asturias desde Alemania, donde reside.