La familia de Rubén Fonseca Patallo trataba de huir del humo y fueron víctimas de su propia maniobra de escape. El padre, la mujer y sus dos niñas, de 5 y 15 años bajaban desde el tercer piso cuando la nube de hubo ya hacía casi imposible la bajada. Él se adelantó con la más pequeña en brazos. "Le decía al padre que quería salir a la calle", rememoraba su vecino del primer piso Manuel Roces Quirós, "y su reacción fue bajar". En la huida la madre y la otra niña se quedaron por detrás y cuando vieron que la situación se complicaba comenzaron a llamarles, pero no hubo respuesta. Las voces en la escalera alertaron a los vecinos del primer piso. Manuel Roces abrió la puerta a la mujer y la hija mayor de la pareja: "Les dimos agua, les dijimos que pasasen al salón intentamos que se tranquilizasen", explicó el hombre que propició, junto a su hermana, los primeros auxilios a la familia Fonseca. "Venían fatigadas, pensando que se había quedado el marido por la escalera", agregó Roces Quirós.

Una mayoría de los vecinos del edificio han abandonado su domicilio y, previsiblemente, no volverán a sus casas durante la jornada de hoy, a menos que se les garantice el suministro eléctrico. Manuel Roces abandonaba este mediodía con dos bolsas con algunos víveres en el piso en el que auxiliaron a la familia Fonseca.

Las primeras investigaciones apuntan que Rubén Fonseca Patallo pudo despistarse por el humo al bajar la escalera y acabó en el cuarto de los contadores, una planta por debajo de la salida a la calle. Fue allí, con su pequeña en brazos, donde encontró la muerte. "Es una fatalidad, es una fatalidad", repetían esta mañana, consternados los vecinos de El Berrón.