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Me quedo en el pueblo | Cue

Tercera generación de conserveros

Susana y Pablo Peláez son los únicos continuadores en Llanes de una actividad artesanal alimentaria que tiene como protagonista la anchoa

Susana y Pablo Peláez González, en el mostrador de la tienda familiar de Cue, en Llanes. ANA PAZ PAREDES

Pablo y Susana Peláez González son dos hermanos que se han convertido en la tercera generación de conserveros -concretamente dedicados a la anchoa-, en Cue (Llanes). Ambos ayudan a sus padres al frente del negocio, y mientras el primero vive en la misma localidad llanisca, Susana, casada y madre de una niña de 10 meses, se traslada cuando se la requiere desde Llanes a la tienda familiar que llevan junto a sus padres y que compaginan con la actividad conservera.

Ambos se sienten orgullosos de ser la tercera generación de un trabajo que iniciaron sus abuelos Luis González y Tere Álvarez. "Él era pescador. Empezó trabajando en una conservera en Llanes y a raíz de aquello subieron la fábrica a Cue y empezaron a elaborar sus conservas de anchoas junto con sus cuatro hijas, una de ellas mi madre, aquí", recuerda Pablo. Ambos hermanos ayudan a sus padres en la empresa familiar desde el momento que dejaron los estudios a un lado. "Lo que estudié en Oviedo no tenía nada que ver con la conservera. Volví, me incorporé a la tienda, luego a la conservera y empecé a trabajar con muchas ganas. A mí me gusta mucho el trabajo cara al público. Me adapté muy bien y estoy muy contento porque además tuve la oportunidad de irme a la ciudad y comparar. Puedo afirmar que no echo para nada de menos la ciudad", afirma Pablo.

Susana, Susi para todos, es de la misma opinión. "Estuve un tiempo estudiando en Avilés Diseño Industrial, pero no lo acabé. No me gusta la ciudad ni trabajar cara al público por lo que, cuando volví, me dediqué a trabajar en la conservera mientras que en la tienda me ocupo del tema administrativo, las cuentas y cuanto tiene que ver con las redes sociales", añade.

Sus padres son los que, tras jubilarse los abuelos, se hicieron cargo también de la conservera, además de la tienda de Cue, donde venden todo tipo de productos gourmet así como otros de primera necesidad, y que se llama El Pozu, un local que originalmente fue bar-tienda. Respecto a Anchoas Ballota, el nombre de su producto, destaca Pablo que "lograr que sea de tanta calidad requiere mucho tiempo, es costoso y laborioso porque lo hacemos todo de forma artesanal, con mucho cuidado: no sirve cualquier filete. El bocarte cuando llega se descabeza y se mete en salazón. Nosotros lo tenemos un mínimo de ocho meses y, a partir de ahí, se trabaja de un año para otro. Ahora ya empezamos a trabajar este mes de febrero de cara a Semana Santa y esperando el turismo, que es lo que mueve aquí la economía", resalta.

Recuerda este joven que antaño hubo en Asturias una gran tradición conservera que fue desapareciendo, siendo muy pocos los que en el Principado se dedican hoy a ello. En el caso de Llanes afirma que son los únicos que quedan, de diez fábricas que llegó a haber, trabajando la anchoa, un producto asturiano que, a su entender, no tiene la promoción y el apoyo que se merece.

"Debería defenderse como un alimento artesanal asturiano. La pérdida de conserveras en Asturias favoreció a Cantabria y en concreto Santoña, que se lleva la palma con este producto. Tú vas a un mercado y cuando dices que es anchoa asturiana te cuesta mucho más venderlo. Eso sí, les ofreces que lo prueben, que lo comparen, y entonces ya quedan convencidos. Yo sé que no es un producto de primera necesidad, pero eso no es razón para que luchemos cada día porque sea de la mejor calidad. Yo creo firmemente en lo que hago y cómo lo hago, y defiendo el que sea un producto asturiano porque aquí, de lo nuestro, queda muy poco", señala este joven de 26 años que, a su vez, apunta la posibilidad "de que más gente se anime a retomar la industria conservera aquí aunque sea a pequeña escala, pequeños negocios. Al ser un producto costoso y con esta crisis parece que da más miedo, pero el que no lo intenta nunca lo sabrá", matiza.

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