La prueba del diagnóstico prenatal en sangre materna que comenzará a ofrecerse en la sanidad pública asturiana este verano tiene un coste en las clínicas privadas entre los 400 y los 700 euros. Hay dos tipos de diagnósticos, uno básico que analiza sólo la presencia de tres síndromes, Down, Edwards y Patau, que sería el más barato. Y otro más complejo, que es el que alcanza los 700 euros. En ambos exámenes se conoce también el sexo del feto. Explica el ginecólogo José Luis Solís Sánchez, que fue durante 16 años jefe de Ginecología en Cabueñes, que "hoy en día el primer cribado tiene una fiabilidad del 96 por ciento, y la prueba de ADN en sangre materna alcanza un 99 de fiabilidad. Cuando el caso es complejo es cuando se opta por la amniocentesis". Según aclara Solís, es el síndrome de Down la principal preocupación de las gestantes, más cuando la edad de tener el primer hijo se alarga, y las estadísticas son claras. Uno de cada veinte mil niños de una madre de 20 años tendrá síndrome de Down, y uno de cada trescientos sesenta y cinco bebés si la madre pasa de los 35 años.

En Asturias, la sanidad pública aconseja hacerse la amniocentesis cuando la madre "está por encima de los 38 años", concreta el doctor Solís, que cree que la prueba de ADN prenatal se ofrecerá sólo "en algunos casos", debido a su alto coste.