No sólo el salario es lo que diferencia las condiciones laborales de los docentes asturianos en relación a los que desempeñan su misma labor en otras comunidades. Los profesores de Madrid, Murcia y Canarias lograron llegar a un pacto con los gobiernos de sus respectivas comunidades que les ha permitido reducir su jornada lectiva, algo que también reclaman los cuerpos de docentes asturianos desde hace años. El Gobierno central y el del Principado sumaron, respectivamente, dos horas lectivas y dos horas complementarias a la jornada laboral del profesorado.

Los docentes aseguran que están sobrecargados de trabajo y consideran necesario un recorte de la jornada horaria lectiva. Sin embargo, en Asturias las negociaciones no han ido por buen camino y los docentes han tenido que asumir un recorte salarial y el incremento de su jornada lectiva. El Principado impuso el incremento de las horas complementarias en 2012. Además, este curso la Consejería de Educación del Principado también redujo la dotación de maestros de Religión en los centros públicos, con lo que éstos han pasado a trabajar media jornada. Según los sindicatos, este hecho no perjudica sólo al docente, ya que imposibilita que el maestro lleve a cabo otra actividad en el centro de apoyo, por ejemplo, en el caso de que en su horario contase con alguna hora en la que no impartía la materia de Religión.

Con este panorama marcado por las desigualdades entre comunidades, los docentes que deciden desarrollar su carrera en Asturias ya saben que tendrán que trabajar más y percibir un sueldo más bajo. Sólo el salario base es inferior si los docentes trabajan en Ceuta y Melilla, aunque después ven aumentadas sus nóminas por complementos de insularidad, y los trienios computan más que en el Principado, lo que coloca sus sueldos por encima de los asturianos.