El Servicio de Salud del Principado de Asturias ha publicado un protocolo de actuación cuyo objetivo es que ningún enfermo mental tenga que ser sometido a contención mecánica; es decir, a ser atado mediante cinturones o correas. El objetivo es la contención mecánica cero. "Esto ahora mismo no es posible, pero tenemos un indicador que intenta que no superemos el 15 por ciento de contención mecánica", manifestó el gerente del Sespa, José Ramón Riera. Para ello se llevarán a cabo mejoras en el entorno, en el mobiliario, en las puertas y también en la comunicación con las personas enfermas. "Si no hay más remedio que contener un paciente mecánicamente que se haga con rigor científico y con todos los protocolos que sabemos para que no se les cause más daño del que queremos prevenir", explico el gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias.

El protocolo fue presentado esta mañana por Riera y el responsable de la Unidad de Coordinación de Salud Mental, José Ángel Arbesú, que presentaron el nuevo documento a representantes de distintas asociaciones de pacientes. El nuevo protocolo ha sido redactado por un grupo de trabajo multidisciplinar, con el apoyo de varios comités de bioética y el objetivo que persigue fomentar el respeto a los derechos y la dignidad de las personas.

La contención incluye todos los procedimientos preventivos, verbales, farmacológicos y mecánicos que se utilizar para limitar los movimientos de los enfermos mentales cuando su situación puede poner en peligro su seguridad o la de terceras personas. El coordinador de salud mental esgrimió que recurrir a la contención mecánica siempre se realiza "en beneficio del paciente y que forma parte del proceso de tratamiento para evitar alteraciones del plan terapéutico".

El nuevo protocolo establece las condiciones de aplicación de los procedimientos como recurso terapéutico, incide en la importancia de la prevención y formación continuada del personal, tanto en la aplicación del procedimiento técnico más conveniente en cada momento como en la información al paciente y a la familia, y en el cuidado de la persona atendida. "Era necesario poner en un solo documento con rigor científico y muy consensuado, lo que se está haciendo en los enfermos mentales y de otras áreas que necesitan una contención para que no se hagan daño ni a sí mismos ni al entorno", explicó Riera, que añadió que todo el personal sanitario está llevando a cabo formación en estas áreas.