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JAVIER LEDO | Amigo y última persona que fue vista con Paz Fernández

"Podrán encontrar un pelo mío en su coche o un cigarrillo, pero yo tengo mi conciencia tranquila"

"La Guardia Civil pasa por delante de mi domicilio todos los días, la intimidación es terrible; yo me fui la semana después de la desaparición a casa de mis padres a cortarles leña"

Javier Ledo: "No tengo nada que ver con la desaparición de Paz"

Javier Ledo: "No tengo nada que ver con la desaparición de Paz"

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Javier Ledo: "No tengo nada que ver con la desaparición de Paz" Raquel L. Murias

- ¿Por qué habla ahora y no se calla ningún dato ?

-Porque parece que la investigación se está centrando en mí, y mientras sigan haciendo eso no darán con el asesino de Paz.

- ¿A qué se refiere?

-Llosoiro es un pueblo pequeño y cada coche que pasa sabes de quién es, si es el panadero o es el cartero. Yo me fui la primera semana después de la desaparición a casa de mis padres para cortarles leña y la intimidación era terrible. La Guardia Civil pasa por delante de mi domicilio todos los días.

(Ledo conserva en su teléfono móvil los wasaps que intercambió con Paz Fernández la noche de la desaparición y sostiene que también obran en poder de los investigadores).

- ¿Cómo fue su último contacto con su amiga?

-Este mensaje fue a las 21.28, le dije: "Oye, Paz, dime algo, estoy aquí con la cena". Y ella me contesta con un mensaje de audio: "¡Ay!, Javi, no sabes lo que hice, tío. El tío que había quedado en venir, vino y me dijo que me conocía, y yo no lo conocía de nada. Se fue... vaya chungo".

(La mujer manifiesta su malestar porque se ha quedado sin dinero para reparar la autocaravana en la que se desplaza por la región. "Estoy con bajón", apostilla, "espero tener suerte", "vaya mal rollo", se escucha en su propia voz).

- Y ya no supo nada más de ella.

-No. Pero, según me informó la Policía judicial, ella a las once de la noche se había estado mandando mensajes con otro chico. También me enseñaron un retrato robot, pero yo al señor que dibujaron no le conocía de nada.

- ¿Tenía su amiga Paz Fernández una relación estable con alguna persona de la zona?

-No, no tenía una relación estable. Tuvo un novio en Pesoz, pero se dejaron hace cosa de un año, según me dijo ella. Lo que sí que me había comentado es que desde hace veinte días se había vuelto a ver con el padre de su hija, que vive en Gijón. Yo la apoyé, le dije que era para bien, al fin y al cabo es el padre de su hija. Ella se desvivía por sus hijos.

- Al día siguiente de la desaparición usted intentó ponerse en contacto con su amiga.

-Sí, le mandé dos mensajes de voz, pero no me respondió ya. Me avisaron desde el hostal San Francisco de que el perro de ella andaba suelto por allí y me preocupé. Pero hay muchas cosas por investigar. Por ejemplo, cuando ella llegó de Gijón y quedamos a tomar algo en el San Francisco me dijo que la esperase dos minutos, que iba a buscar la maleta. No tardó nada. Yo creo que tendría el coche aparcado por aquí cerca, y ahí hay una discoteca con unas cámaras, ¿por qué no revisan las cámaras?, ¿por qué el coche acabó cerca del Hospital de Jarrio?

(Ledo sostiene durante la conversación que había hablado muchas veces con su amiga de la vida agitada que llevaba: "Era mala para sí misma", sostiene. "Le advertí que tuviese mucho cuidado").

- ¿Sigue teniendo relación con la familia de la gijonesa?

-No, yo el 14 de febrero hablé con la hermana y le pregunté, pero sin ninguna mala intención: "Oye, tú que conocerás más a Paz que yo, ¿crees que ella pudo marchar voluntariamente?". Y su respuesta fue brusca, me dijo que se lo explicase yo, que había sido el último en estar con ella.

- Cuando la mujer estaba hablando por teléfono con usted recibió otra llamada. ¿Cree que el autor de la misma puede ser el culpable del crimen?

-Pudo ser, a mí esa llamada me mosqueó mucho. Yo ya le dije a la Guardia Civil que le había entrado una llamada, que lo investigase.

(La mujer, según la narración de Ledo, se desplazó a Navia porque había quedado con una persona que le dejó 800 euros para arreglar la caravana. Antes del viaje había escrito un mensaje desde Gijón al coañés: "El martes voy para allá").

- ¿Piensa que el caso se resolverá pronto?

-Ojalá, pero lo que espero es que no por dar carpetazo al tema me vaya a caer a mí la culpa. Estoy pasándolo mal porque he perdido a mi amiga, por las circunstancias y porque se me está señalando. Podrán encontrar un pelo mío en su coche, es normal; podrán encontrar un cigarrillo, también... pero yo tengo mi conciencia tranquila. Además, yo ese día estaba escayolado de una pierna, era imposible que pudiera conducir un coche.

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