Los investigadores registraron en la noche del viernes al sábado la casa familiar de Ledo en el pueblo de Llosoiro (Coaña). Allí se dirigieron tras revolver por completo la vivienda del centro de Navia, con lo que ya era la medianoche cuando llegaron a la localidad coañesa. En esta ocasión buscaban objetos específicos, como ropa; en concreto, se mostraron especialmente interesados en una chaqueta roja. Pero también otras cosas que pudieran estar relacionadas con el crimen, como el arma homicida.
La intervención de los agentes se prolongó durante dos horas, hasta bien pasadas las dos de la madrugada. La Guardia Civil cortó los accesos a la localidad durante el tiempo que se prolongó el registro. "Fue una noche difícil", coincidieron en señalar varios vecinos consultados. La tensión y el nerviosismo hicieron muy difícil conciliar el sueño. Alguno incluso aseguró que no lo consiguió.
La Guardia Civil se llevó de la casa de los padres de Javier Ledo algunos objetos personales, entre los que se encontrarían las muletas que el único detenido utilizó durante días, coincidentes con la fecha de la desaparición de la víctima, a causa de un golpe en una pierna. En la entrevista que mantuvo con LA NUEVA ESPAÑA afirmó: "(...) tengo informes, el 3 de febrero me escayolaron la pierna, una contusión ósea con derrame, y me la inmovilizaron totalmente. El día 6 volví al hospital con dolores y me subieron la medicación. ¿Cómo un tío con escayola y así puede conducir? Ahora ya me quitaron la escayola y estoy con medicación para los dolores. ¿Del 3 de febrero al 13 estaba yo para asesinar personas? ¡Menuda recuperación más rápida!".
