A pesar del empeño puesto por los efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, las gélidas aguas del embalse de Arbón no revelaron ayer indicio adicional alguno acerca del crimen que acabó con la vida de la gijonesa Paz Fernández. Los buzos no dieron con ninguna pista en la hora larga que duró su intervención, a pesar de peinar a conciencia buena parte del fondo del pantano. "Es como jugar a la lotería", señalaban los investigadores del caso, que aún mantienen la esperanza de que puedan aparecer elementos relacionados con el suceso. También se analizó un puente, desde el que el autor confeso de la muerte de Paz Fernández, el coañés Javier Ledo, podría haber arrojado el cadáver al agua.

Los restos mortales de Paz Fernández aparecieron en las aguas de este embalse, entre los concejos de Navia y Villayón, hace hoy una semana, el pasado día 6. Un aficionado al piragüismo lo divisó en una de las orillas y dio la voz de alarma. El equipo del GEAS participó en la operación para recuperar el cuerpo, y ayer regresó al entorno del pantano, en su segunda visita, para analizar su fondo en busca de pruebas.

No es una tarea sencilla, puesto que el lodo del fondo dificulta la visión y el frío limita el tiempo que los buzos pueden permanecer en el agua. Ayer, la temperatura era de unos cinco grados, lo que dificultaba la operación más allá de los sesenta minutos de duración.

"Es difícil, casi como jugar a la lotería. Podemos encontrar algo a los cinco minutos, a la media hora, en el tiempo de descuento, o nunca", señalaron sobre el terreno los agentes que llevan el caso. A pesar del resultado, las operaciones seguirán en marcha en los próximos días, y para hoy, según las fuentes consultadas, está previsto un nuevo rastreo del fondo del embalse.

Los investigadores desplazados hasta Arbón también analizaron a conciencia el entorno de uno de los puentes de la AS-25 sobre el arroyo de la Pontiga, que vierte sus aguas al embalse. Este punto se encuentra, aproximadamente, a un kilómetro de distancia del lugar en el que apareció el cuerpo sin vida de Paz Fernández. Fue, además, uno de los lugares visitados por el detenido, Javier Ledo, junto a la Policía judicial de la Guardia Civil durante el "largo recorrido" al que lo sometieron en la tarde del domingo, y tras el cual el principal sospechoso confesó su autoría.

Todo hace indicar, por tanto, que este puente forma parte de los lugares del crimen, posiblemente como el punto en el que Ledo habría arrojado a las aguas del embalse el cadáver de Paz Fernández. La corriente habría hecho su trabajo, llevando su cuerpo inerte hasta la zona de la "variante de Arbón" donde apareció.