La Guardia Civil investiga la muerte de un vecino de Llamas cuyo cadáver fue encontrado en un camino próximo vecinal, yaciendo con un fuerte golpe en la cabeza que le causó un severo traumatismo craneal. Según algunos vecinos, el cuerpo fue hallado por la esposa de la víctima. El cadáver se encontraba rodeado de sangre, con varias piedras alrededor y una vara. El fallecido es Celestino D. F., exminero en el pozo Santiago, de 50 años, casado y con un hijo. Según el relato vecinal, el hombre salió de casa entre las tres y media y las cuatro de la tarde, pero tardaba en volver, por lo que su mujer salió en su busca. Lo encontró un poco más tarde, ya muerto y tirado en el camino. Iba con ropa de trabajo y a sus pies había una vara con la que posiblemente se apoyase para caminar.

El equipo de guardia del Centro de Salud de Cabañaquinta se desplazó hasta el lugar nada más tener conocimiento del suceso, pero sólo pudo certificar el fallecimiento. Según algunas fuentes, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia.

Los lugareños manejaban ayer distintas posibilidades que explicarían la muerte, aunque en ninguna de ellas aparecía la posibilidad de que fuese violenta. En un primer momento se habló de que pudiese haber sido golpeado por una piedra que cayera del monte y que rodase hasta la parte de atrás de la localidad de Llamas.

Más tarde hubo una segunda versión, en la que algunos residentes consideraban que podría habría sido un accidente tras encontrarse con un animal, quizás un toro, matizaban algunos. Otros lanzaban la hipótesis de que sufriera un golpe cuando trabajaba en el arreglo de una cuadra.

Al cierre de esta edición, agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo se habían desplazado al lugar de los hechos para investigar las circunstancias en las que se habría producido el fallecimiento.

La noticia corrió como la pólvora en el valle de Casomera, donde Celestino D. F. y su familia son muy conocidos, por lo que su muerte causó enorme sorpresa y una honda tristeza. Ayer por la noche la localidad de Llamas y alrededores se sumían en el dolor. "De alguna manera, no es sólo que los vecinos se conozcan, es que muchos son familia y están relacionados unos con otros", aseguraba una mujer.