El intenso frío y la nieve que se dejó caer durante la mañana de ayer en Tineo no impidieron que se celebrase una concurrida feria de San José en el recinto ferial de Santa Teresa. Hasta las nueve de la mañana los copos no hicieron acto de presencia en la villa tinetense, pero luego acompañaron a ganaderos y visitantes durante toda la jornada de mercado, el último del invierno por el Suroccidente y que este año ha estado cubierto de blanco.

Los peor parados por el mal tiempo fueron los expositores de maquinaria agrícola situados en las zonas al descubierto del recinto ferial. "Con este tiempo la gente no se para a mirar", se quejaba Julia Álvarez, que asegura que nunca había visto nevar en San José. Entre los ganaderos las opiniones fueron dispares. "Aunque está muy frío, hubo ambiente de feria y los que tenemos caballos encontramos precios bastante buenos y numerosas ventas", explicó satisfecho Jano Fernández.

La feria de San José siempre se caracterizó por ser una cita en la que se reúne ganado muy diverso, aunque con mayor protagonismo del ganado equino.

Para los ganaderos de vacuno de carne la jornada no fue tan positiva. "Se nos está haciendo largo el invierno, aún no hay pastos y la gente está apurando la comida que tenía reservada, por lo que no se anima a comprar para vida", apunta José Vitorio, que pese a la queja expresada, en cambio, observó que había aumentado la asistencia de reses a la feria.

San José es una de las grandes citas del suroccidente asturiano y este año cumple su 125.º aniversario. Senén González, presidente de la asociación cultural "Conde de Campomanes", ha sacado del olvido al que fuera alcalde tinetense, Celestino García, que en 1892 impulsó la creación de una gran feria ganadera anual coincidiendo con San José, celebrándose la primera feria en 1893, fecha desde la que no ha dejado de hacerse. Ayer, pese a la nieve, los ganaderos cumplieron con el calendario y la tradición.