La gastronomía, la nieve, el paisaje y un tipo de turista que no se deja arredrar por un aluvión de predicciones meteorológicas más bien inciertas están convirtiendo los días centrales de la Semana Santa asturiana en un razonable éxito turístico que se plasma en cifras de ocupación hotelera que rondan el 80 por ciento.

Algunos empresarios del sector turístico manifestaron ayer su descontento con unas previsiones de lluvias y frío que estiman perjudiciales para sus intereses. Sin embargo, lo que se percibe en la calle es que quienes visitan el Principado -y si son familias de modo especial- se conforman con unas pocas horas de tregua del mal tiempo para disfrutar de algunos de los encantos de la región más demandados. Es lo que explicaba un grupo de trece personas llegadas desde Tenerife. Se alojan en Cangas de Onís y ayer por la mañana visitaban el casco histórico de Oviedo. Buscan -dijeron- "paisaje, nieve y naturaleza" y "también fabada".

Tampoco en Avilés se detectaban grandes mermas en el volumen de turistas. Pese a que los responsables de varios hoteles habían augurado una caída de la ocupación con respecto a los años más soleados, en el Parche y parte del centro histórico se apreciaba buen ambiente. Los tres hijos de los manchegos Luis Menchén y Lucía Ruiz de Castañeda aprovecharon su descanso lectivo para desplazarse al norte. Leyeron en los periódicos, "como todo el mundo", que lo mejor sería traer paraguas. "Suponíamos que iba a llover y algo ya nos ha tocado. De todas formas, no nos da miedo el agua y, aunque ya habíamos estado antes en Gijón, hemos podido conocer Avilés y Oviedo. Lo normal habría sido ir al sur, pero somos un pelín raros", explicó el padre.

Gijón habla de una ocupación del 85 por ciento, y las estaciones de esquí, cargadas de nieve hasta niveles casi desconocidos, están ofertando la totalidad de sus pistas. Ayer, en Valgrande-Pajares y en Fuentes de Invierno lució el sol durante gran parte de la mañana, lo que animó el ambiente aún más.

Ya en el Occidente, en Cudillero, el colectivo que agrupa a la mayor parte de lo empresarios del sector (CETA) no está satisfecho con los resultados del primer tramo de la Semana Santa. La presidenta, Montserrat Abad, asegura que "es una de las peores que recuerdo". Entiende que las previsiones meteorológicas no contribuyen al éxito de las reservas. En el concejo vecino, el presidente de la asocación de turismo Luarca-Valdés, Evelio Sánchez, tiene una opinión diferente. "En Valdés hay gente y hay ocupacion", señala, aunque es cauto a la hora de valorar el gasto. En Tapia, Elisa González estima que la ocupación rondará el 80 por ciento, aunque reconoce que es una Semana Santa "muy atípica", con muchas oscilaciones por el tiempo.

Para hoy, viernes, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronostica rachas de viento muy fuerte y nevadas por encima de 600-700 metros, con acumulaciones de hasta 10 centímetros en la zona suroccidental. Seguro que son muchos los que tampoco se arrugan por estos vaticinios.

Fabada y nieve

Nieve, paisaje y gastronomía. Es lo que buscan los turistas que han llegado a Asturias a pasar la Semana Santa. Los que llegan de zonas cálidas como Canarias están encantados con estas temperaturas más invernales que primaverales y los niños se pirran por jugar por la nieve. Es lo que explicaban ayer un grupo de trece personas llegaron a Asturias desde Tenerife para pasar una semana de vacaciones. Se alojan en Cangas de Onís y ayer por la mañana participaban en una visita guiada por un peregrino por el casco histórico de Oviedo. Su estancia en Asturias ya les había dado para disfrutar de un miércoles soleado en los lagos de Covadonga. El grupo, formado por familia y amigos, buscaba "paisaje, nueve y naturaleza" y "también fabada", apuntaban en la plaza del Ayuntamiento, frente a la oficina de turismo.

A poca distancia, otras tres mujeres llegadas desde Canarias paseaban por el mercado del Fontán Reyes López, Carmen Nolay María Cabrera. En este caso sí se quejaban del mal tiempo aunque reconocían que les había encantado la región.

Una de las mayores atracciones turísticas de esta Semana Santa en Oviedo está ligada al deporte. La celebración de la "Oviedo cup", una competición de fútbol base, ha traído a la ciudad a 25.000 personas. Las camisetas de los equipos de fútbol se dejaron ver ayer por el centro. Un grupo llegado de Villamuriel (Palencia) dejaba notar su presencia por ante el Ayuntamiento.

Los que no se asustaron por el tiempo y la lluvia, "no nos va a echar atrás", fueron la familia formada por matrimonio de Ana Montero y Manuel Carro. Llegaban desde Carballo, en Coruña, y "acostumbrados al frío y la lluvia" disfrutaban en Asturias del paisaje.

A Galicia iban precisamente Ana Silva y Ángel García, que aprovecharon el trayecto para hacer una parada en Oviedo y fotografiarse con la Catedral.