La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El paso por el Ebro permitirá la expansión futura del oso cantábrico por los Pirineos

Los expertos detectan cómo las especies salvajes sortean las barreras artificiales de sus hábitats, lo que es fundamental para su recuperación

El paso por el Ebro permitirá la expansión futura del oso cantábrico por los Pirineos

El corredor de fauna del Alto Ebro es una posible extensión territorial del oso pardo cantábrico. Así lo estima el documento "Autopistas salvajes. Red Estratégica de Corredores Ecológicos entre espacios Red Natura 2000" que presentó WWF España en Madrid sobre los doce principales corredores de mamíferos en zonas boscosas de la Península Ibérica, un mapa sobre el que la Secretaría de Estado de Medio Ambiente impulsará la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde: Conectividad y Restauración Ecológica. "El corredor del Alto Ebro juega un papel muy importante ya que supone la distribución original del oso hacia el sur y los Pirineos", explica Gema Rodríguez, técnica del Programa de Especies de WWF España.

Pese a la escasa conectividad de las subpoblaciones oseras en Asturias, entre la occidental y la oriental, el corredor cantábrico es el mejor parado del estudio, elaborado junto a expertos de la Escuela de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid. "Es el que tiene mejor situación porque es muy ancho y presenta una baja resistencia a los usos que permiten el desplazamiento de fauna como las infraestructuras, la deforestación y la agricultura intensiva", precisa Rodríguez.

En el caso concreto del corredor cantábrico la principal barrera que encuentran ambas subpoblaciones oseras es la autopista del Huerna. "El límite oriental de la población occidental es la autopista, aunque es cierto que cada vez hay más conexión y no están aislados como hace años", explica Pepín Tuñón Huerta, director de la Fundación Oso Asturias (FOA). Y es que según detalla, se ha constatado el paso de osos por las cabeceras de la autopista, donde se llevó cabo una reforestación, y también en la zona del embalse de Barrios de Luna (León), donde se producen tránsitos de fauna.

Así lo explica el director del Parque Natural "Las Ubiñas-La Mesa", Jaime Gordo, quien recuerda que el corredor osero fue uno de los puntos que motivaron la creación del espacio protegido. "Se llevó a cabo un proyecto Life, que terminó en 2017 y estuvo dotado con 3 millones de euros, para hacer forestaciones y un trabajo de mejora de los pastos para una concentración de aprovechamiento ganadero y dejar las zonas boscosas libres para el tránsito". En su opinión, estas medidas para favorecer el intercambio entre ambas subpoblaciones ya se notan y "la Cordillera empieza a tener una cohesión".

Así es que los osos que habitan en Teverga y Quirós son los que pueden facilitar ejemplares a la subpoblación oriental a través de Lena. Unos osos jóvenes que en busca de su propio terreno puedan conquistar nuevas zonas en la vertiente oriental, la que menos crecimiento osero ha registrado. "Lo importante es salvar cualquier tipo de barrera humana", opina Tuñón.

Una zona que, de crecer, podría extender la población hacia el sur de Cantabria y País Vasco y el norte de Palencia y Burgos, conectando así como el corredor del Alto Ebro, tal y como apunta el estudio de WWF, hasta conectar en un futuro con Pirineos y el sur de España.

Unos corredores ecológicos que conectan la fauna y por lo que, quizá, no sea de extrañar que WWF haya tenido constancia de la presencia de dos linces ibéricos desplazados hasta Asturias. "Es algo excepcional porque llegaron muy al norte y comprobamos que seguían la línea de varios corredores desde el sur hasta el norte, donde podrían habitar", confirma Gema Rodríguez.

El colectivo ha identificado un total de doce corredores, con continuación en Francia y Portugal, que analiza las necesidades de desplazamiento de los mamíferos forestales tales como el oso, el corzo, la marta, el gato montés o el lince, entre otros, en los espacios de la Red Natura 2000: "Ocupa un 27 por ciento del territorio natural y supuso un paso de gigante en la protección de la naturaleza en España y Europa, pero queda una gran tarea pendiente, conectar esos espacios y permitir el movimiento e intercambio genético entre poblaciones, vital para conservar las especies más amenazadas como el lince o el oso pardo, que sobreviven en poblaciones aisladas debido a factores de desarrollo desenfrenado de infraestructuras de transporte en las últimas décadas".

A la presentación del mapa estratégico sobre la población de osos en la Península acudió la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García, y el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja.

También el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, quien concluyó que el mapa muestra que "la naturaleza tiene sus propias vías de comunicación aunque nos empeñemos en ignorarlas; al igual que sería imposible plantear una autopista a través de un Parque Nacional, a partir de ahora debemos respetar y recuperar nuestras autopistas salvajes para asegurar el futuro".

Compartir el artículo

stats