Maíz, soja, trigo, pero principalmente maíz. Las gallinas de las granjas asturianas de huevos comunes y camperos se alimentan principalmente de maíz, porque gracias a este cereal el color de la yema es amarillo. Por eso no es sencillo cambiarles las alimentación a las gallinas, porque, como explica Maximino Viejo, "la gente quiere que la yema sea amarilla, y además alimentar a las gallinas con maíz es la alimentación que resulta más cara".

El estudio que se hizo sobre una explotación de granjas enjauladas en Asturias no concreta si la producción en granjas ecológicas es más respetuosa con el medio ambiente. "No pudimos llegar a una conclusión clara", matiza la investigadora del departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Oviedo Amanda Laca. Lo que sí se concreta es que al medio ambiente también le perjudican los efectos asociados a la fabricación de materiales utilizados en el empaquetado de los huevos.

En la Unión Europea se producen siete millones de toneladas de huevos al año. España es uno de los grandes productores y cuenta con un total de 1.260 granjas. Nuestro país representa cerca del 25% de la producción europea, según los datos del Ministerio de Agricultura. La mayoría de estas granjas tienen a sus gallinas enjauladas.