La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desafío en el corazón de la Ruta de la Seda

La gallega afincada en Oviedo Elsi Ribeiro inicia sola un viaje en moto al mar de Aral, su tercer reto desde que estuvo al borde de la muerte

Desafío en el corazón de la Ruta de la Seda

Estar a las puertas de la muerte hizo a María Elsi Ribeiro cruzar con fuerza la puerta de la vida. Esta gallega afincada en Oviedo desde el año 2000, economista y restauradora de obras de arte, sabe que la felicidad está encima de su moto. Con 37 años, una negligencia médica grave la dejó en coma durante varias semanas, y sí, sintió esa sensación de que se iba, pero también la de que era demasiado pronto para ella. Así que decidió dar la vuelta y quedarse.

El discurso de esta joven motera es un canto a la vida y hace que se respinguen los pelos del cuerpo, todos, como cuando el aire te paga de frente mientras aceleras en una moto por una carretera que lleva a algún lugar maravilloso. Ya fuera del hospital vinieron tiempos duros para Elsi Ribeiro. Había que recomponerse de un palo muy duro, y los meses iban pasando mientras ella no lograba encontrar el objetivo que la animase a seguir bebiéndose la vida. "Y un día como otro cualquiera me levanté y dije: si la vida me dio una segunda oportunidad es para que la aproveche". Y así lo hizo.

Ribeiro siempre había sido una apasionada del motociclismo. Tenía 12 años de edad cuando su vecino del pueblo anunció que iba a llevar su moto al desguace, "pero yo me la agencié", relata. A su padre también le encantaban los cachivaches y ésa fue una de las grandes herencias que le dejó a su hija. "Por eso me di cuenta de que en realidad lo que me hacía feliz era viajar en mi moto. Ir a otros países te abre la mente, y antes de estar en coma yo trabajaba mucho y me gastaba mucho dinero. Pero verme tan cerca del final me hizo darme cuenta de que la vida era otra cosa y yo me la estaba perdiendo".

Sabe Elsi Ribeiro que es común que la gente que está al borde de perder la vida comience a vivirla de otra manera, pero ella insiste en que "es verdad que ocurre". Aunque ya había viajado mucho por Europa en moto, esta vez el plan era distinto, había que saldar cuentas pendientes, llevar a cabo esos sueños para los que el trabajo y el ajetreo diario nunca dejan tiempo.

"Siempre había querido ir a la India en moto desde Asturias y lo hice". En su moto "Luci," con una muda, un pequeño neceser, la documentación en regla y muchas herramientas, salió Elsi Ribeiro desde Oviedo a cumplir uno de sus sueños. Y lo hizo, ¡vaya si lo hizo! De ese primer gran viaje se queda con Irán. "Mi destino era la India, pero mi viaje fue Irán. La gente te acoge en su casa, te hacen un hueco en el pícnic, al que son muy aficionados, te miran a los ojos y te preguntan si crees de verdad que ahí delante hay un asesino", explica Ribeiro. El segundo gran viaje de Elsi fue al Cáucaso, donde visitó Georgia, Armenia y Azerbaiyán.

En esta segunda vida que exprime esta viajera si pudiera haría una cosa, "acabar con todas las fronteras. Lo bonito de ir a estos sitios es que lo que te cuentan no tiene nada que ver con lo que te encuentras. El mundo está lleno de gente maravillosa", concluye.

El próximo viernes, Elsi Ribeiro volverá a arrancar a "Luci" para cumplir su tercer gran sueño, llegar hasta el mar de Aral y hacer la Ruta de la Seda. Sin miedo, sola, con la ilusión del viaje y de que el destino le traiga lo bueno que le ha dado en cada sueño cumplido. "La gente me pregunta si tengo miedo y siempre les digo lo mismo, si casi me muero a veinte minutos de casa, qué más me puede pasar. Tengo claro que el destino está escrito", dice mientras sonríe emocionada.

A pocos días de cumplir su tercer sueño, antes de marcharse quiere dejar un mensaje: "Piénsatelo, nunca es tarde para empezar a vivir de verdad", argumenta. Arranca a "Luci" y se va. Buen camino.

Compartir el artículo

stats