El prao es sagrado. Esto es lo que debió pensar un vecino de La Viña, en Puelles (Villaviciosa), que sobre las seis y media de 4 de junio de 2015 la emprendió a golpes con un vecino al que acusaba de haber segado parte de un terreno de su propiedad. El acusado estaba con su padre, y ni corto ni perezoso, arrebató a éste el garabato que llevaba y le propinó tal golpe en la cabeza que la víctima estuvo seis meses curándose, 12 de ellos ingresado en el Hospital.

La Fiscalía de Gijón pide la friolera de 8 años de prisión para el acusado, que será juzgado mañana en la sección octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, por un delito de lesiones. A la víctima le quedan secuelas consistentes en anosmia (pérdida de olfato que incluye alteraciones gustativas) y dos cicatrices en la cabeza, producida por los pinchos del garabato.

Aparte de la pena de prisión, el fiscal pide el pago de 9.240 euros por las lesiones sufridas por la víctima, 5.160 euros por la secuela de la pérdida de olfato y 600 euros por las secuelas de cicatrices, todo ello más los intereses legales.