Los números no casan. Las cifras sobre el estado de la maquinaria del servicio de conservación de Carreteras que ofrecieron ayer, por un lado, el director general, José María Pertierra y el PSOE, y por otro, Podemos Asturies y el comité de empresa chocan frontalmente. Según manifestaron los primeros en una reunión de la Comisión de Infraestructuras en la Junta General, no hay mayores problemas en el parque de maquinaria. Para los segundos la situación es caótica. Mientras, trabajadores del Principado se manifestaban frente a la Junta contra la "privatización" del servicio de conservación.

Pertierra y la diputada socialista Dolores Álvarez Campillo afirmaron que la Consejería cuenta con 202 vehículos, de los cuales 165 están adscritos al servicio de conservación de carreteras. De estos solo 13 están parados: 3 camiones de brigada, 6 camiones de apoyo y 4 máquinas. Añadieron que solo 4 de los 28 camiones de conservación de carreteras tienen más de 20 años de antigüedad.

Las cifras aportadas por el comité de empresa y por Podemos no tienen nada que ver con las anteriores. Hay cinco camiones inmovilizados por el delegado de prevención de riesgos laborales por incumplir la ley. Otros 17 camiones de conservación (hay 49 en total) y 15 tractores (de 29) incumplen la ley. Varios de esos camiones ni siquiera tienen cinturones de seguridad: se adquirieron antes de que fuera obligatorio y pueden circular, pero, según la ley, solo el dueño puede utilizarlos.

Así, solo 32 camiones y 14 tractores cumplen todos los requisitos legales. Hay otros 12 camiones más en regla, pero están parados por falta de recambios. Más: las 12 furgonetas adquiridas el año pasado están paradas por problemas de matriculación. Y la edad media de los vehículos de conservación supera los 20 años. Por último, los representantes de los trabajadores y Podemos denunciaron que no hay ni aglomerado para tapar los baches, ni sal para paliar los efectos del hielo en las carreteras.

Pertierra defendió en la Junta la cualificación de la plantilla a su cargo. Admitió que le gustaría disponer de más recursos y mejorar la eficiencia de los existentes.

El director general destacó que suprimir nueve de los 28 centros de conservación de carreteras que tiene repartidos por toda la región para reorganizar una plantilla que en la actualidad cuenta con 308 trabajadores en las labores de conservación y limpieza de los más de 4.100 kilómetros de carreteras de la región que dependen de la administración regional, es de momento una idea, que aún debe superar el análisis jurídico, para a continuación elaborar una propuesta en firme, que será negociada con los trabajadores. La reorganización, rechazada por el comité de empresa y la mayoría de los grupos parlamentarios, está pendiente del visto bueno de la dirección general de Función Pública.