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ICÍAR ABAD ACEBEDO | Médica de familia y residente de Psiquiatría en el área de Oviedo

"Los procesos inflamatorios pueden hacerte más vulnerable ante el suicidio"

"Hay estudios sobre las posibles causas de la alta tasa de personas que se quitan la vida en Asturias, pero no existe una evidencia concluyente"

Icíar Abad Acebedo, en el HUCA. MIKI LÓPEZ

Icíar Abad Acebedo estudió Medicina en la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en medicina familiar y comunitaria. Ejerció en Barcelona y Londres, y también en el Ministerio de Sanidad, hasta el año 2015. Hizo de nuevo el examen MIR y actualmente está realizando el tercer año de la especialidad de Psiquiatría en el área sanitaria de Oviedo, y es alumna de doctorado de la Universidad de Oviedo. Investiga, bajo la dirección de los profesores Julio Bobes y Pilar Saiz, sobre la relación entre los procesos inflamatorios y el comportamiento suicida. El pasado fin de semana, un trabajo suyo acerca de esta temática fue premiado en el marco de los "IX Encuentros en Psiquiatría: conducta suicida", evento celebrado en Sevilla. La investigación fue liderada por investigadores del área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo en colaboración con el Departamento de Emergencias de la Universidad de Montpellier (Francia) y cuenta con financiación del Instituto de Salud Carlos III.

- ¿Cuál es la situación global del suicidio?

-Hay diversos ámbitos de análisis. Según las estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se producen casi un millón de muertes anuales por suicidio. Esto supone una muerte cada 40 segundos, y convierte al suicidio en una de las principales causas de muerte evitable. En España, el suicidio es, desde el año 2008, la primera causa de mortalidad no natural, por delante de los accidentes de tráfico.

- ¿Y en Asturias?

-Asturias registra las tasas más altas de España de muerte por suicidio desde hace dos décadas. En 2013, según el INE, fue de 13,9 por cada 100.000 habitantes.

- ¿Se está logrando determinar las causas?

-Existen estudios sobre el perfil demográfico y los factores que pueden justificar estas tasas: clima, tasa de paro... pero no hay una evidencia concluyente que lo explique.

- ¿Puede prevenirse el suicidio?

-La prevención del suicidio forma parte del primer plan de acción sobre salud mental de la OMS, que data de 2013. En España, en 2017 el Congreso de los Diputados aprobó un plan nacional de prevención del suicidio. Existen protocolos de actuación en casi todas las comunidades autónomas. En Asturias, acaba de aprobarse un nuevo protocolo sobre el manejo de pacientes con ideación suicida. En general, como problema principal de salud prevenible, constituye una prioridad cada vez mayor, y están desarrollándose nuevas estrategias preventivas.

- ¿Qué puede hacer la familia, o el entorno personal, ante una persona que manifiesta tendencias suicidas?

-El comportamiento suicida es estudiado por los profesionales de salud mental. Con ellos debe contactarse en caso de que se detecte un riesgo de suicidio.

- ¿Por qué se llega a esa situa ción?

-No hay una explicación única para este comportamiento. Cada situación es diferente, pero el médico de cabecera puede hacer intervenciones en estos casos y decidir sobre la necesidad de poner en contacto al paciente con los servicios de salud mental, bien sea de manera programada o urgente.

- Usted acaba de ser premiada por un estudio que vincula la inflamación, la toma de decisiones y la conducta suicida. ¿Cuáles son las relaciones entre dichos factores?

-El comportamiento suicida puede analizarse siguiendo un modelo de vulnerabilidad-estrés, según el cual determinadas personas presentan una vulnerabilidad individual definida por factores innatos biológicos que le sitúan en mayor o menor riesgo de tener este comportamiento ante factores de estrés externos. Siguiendo este modelo, en la última década se han estudiado muchos de esos factores de vulnerabilidad buscando posibles marcadores que nos permitan definir poblaciones de riesgo sobre las que podamos actuar.

- ¿Se han encontrado pistas que permitan apuntar una posible línea de trabajo?

-Los datos clínicos acumulados han demostrado que la inflamación está relacionada con la fisiopatología del suicidio. De esta manera, un estado de salud que propicia los procesos inflamatorios supone una mayor vulnerabilidad para que se realice una conducta suicida, siempre que se den otros factores desencadenantes. A pesar de que aún queda mucho por conocer sobre los mecanismos específicos de esta relación, ya ha podido establecerse una relación entre la conducta suicida y algunos marcadores periféricos como la proteína C reactiva y el índice neutrófilo linfocito. Por otra parte también es conocida la relación entre algunas alteraciones cognitivas y la conducta suicida, principalmente aquellas alteraciones que dependen del lóbulo frontal y dan lugar a la llamada disfunción ejecutiva: incapacidad en la toma de decisiones, entre otras alteraciones.

- ¿Qué grado de seguridad puede atribuirse a esta relación?

-La relación recíproca que constituye la hipótesis del estudio sólo ha podido ser demostrada en algunas medidas muy específicas, lo que hace necesarios nuevos análisis. En consecuencia, el estudio continúa, y se extiende a otros grupos españoles, en un intento de aportar conocimiento a la búsqueda de marcadores periféricos que nos permitan, de una manera rápida y eficaz, definir mejor el riesgo de comportamiento suicida.

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