"Se necesita sangre de todos los grupos. Acude a donar, es urgente". Éste es el mensaje que lanza a todos sus visitantes la página web del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias. Lo que no especifica es la causa que lo ha originado: una caída del 10 por ciento en las donaciones de los asturianos. "En lo que va de año 2018, hemos notado que en la mayor parte de las colectas que hacemos se recogen menos bolsas de las que cabría esperar", explicó ayer María Carmen Muñoz, directora técnica del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias. "Queremos hacer un llamamiento a los ciudadanos para revertir una tendencia a la baja que lleva varios meses de evolución", agregó la doctora Muñoz.

Las autoridades sanitarias no consideran que este descenso de donaciones obedezca a causas concretas, más allá de las ya conocidas: una población cada vez más envejecida, una meteorología negativa que en los últimos meses puede haber retraído a algunos donantes, y una larga temporada sin llamamientos a la donación, que puede haber dado lugar a una rutina negativa.

La buena noticia es que, hasta la fecha, esta disminución de la recogida de sangre no se ha traducido en dificultades de abastecimiento de los hospitales. En estos primeros meses de 2018, "las peticiones también han disminuido, pero un 7,6 por ciento, un poco menos que las donaciones", indicó María Carmen Muñoz. En realidad, las demandas de sangre para cirugías y tratamientos oncológicos y hematológicos llevan reduciéndose desde mediados de 2017, indicó la directora técnica del Centro Comunitario.

Así las cosas, con las donaciones cayendo más que el consumo, "las reservas se han mermado y consideramos que es necesario revertir ya esta tendencia, porque de lo contrario entraríamos en una situación comprometida", aseveró la doctora Muñoz.

Ayer al mediodía, el stock del Centro Comunitario era de unas 800 bolsas, tras los buenos resultados de las colectas del martes, en las que ya se hizo notar el grito de alarma lanzado por el equipamiento sanitario encargado de recoger, procesar y distribuir sangre en Asturias. En los días precedentes, las reservas se hallaban en el entorno de las 500 bolsas, una cifra que ya es considerada preocupante por los responsables del Centro Comunitario.

Las donaciones de sangre alcanzaron su máximo histórico en el Principado en 2015, con 44.447 bolsas recogidas, procedentes de 28.820 personas distintas. Tanto en 2016 como en 2017 se registraron caídas de ambos conceptos. Y en el año en curso está acentuándose esta misma tendencia. Para los dirigentes del Centro de Sangre y Tejidos, el objetivo no es recoger sangre de forma masiva, porque el almacenamiento y la conservación no serían viables, sino acompasar las colectas con el consumo. Sin embargo, lo que venían observando en las últimas semanas era una bajada que empezaba a resultar peligrosa.