El poeta Ben Clark (Ibiza, 1983) premio "Loewe" de poesía, impartió ayer una charla en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo, organizado dentro de la Cátedra Ángel González, y en la que el poeta hizo hincapié en la importancia que tuvo para él su contacto con el premio "Príncipe de Asturias" de las Letras. "Hay un antes y un después del encuentro con Ángel González", señaló Clark.

Y es que fue la poesía del asturiano la que le transmitió al escritor balear la belleza y la importancia de la ironía y el humor en el verso. "Soy un vulgar imitador de Ángel González, espero que sepáis perdonármelo", dijo Clark, que fue presentado por Javier García Rodríguez, profesor de la Universidad de Oviedo y también escritor.

Clark, que se ganó la complicidad del público a través de sus versos, que recitó con una musicalidad perfecta y cargados de emoción y de esa ironía que tanto defiende, desgranó que lo más complicado para él es "lograr que los poemas tengan una temática en conjunto", hasta darles forma en un libro.

El escritor ibicenco defiende el poder de la poesía, "que es capaz de dar forma incluso bonita a la visita de tu padre a un prostíbulo". Su poesía, de verso libre, siempre se ajusta a ciertas restricciones formales "que son las que te obligan a pensar el verso".

El escritor balear ya recibió los premios "Hiperión" en 2006 y el "Ojo Crítico" de RNE en 2014. Ahora, con su obra "La policía celeste", se encuentra en plena gira por España, dedicándose a lo que lleva haciendo desde hace quince años, escribir poesía y disfrutar de que el público la conozca y vuele con ella. "En este libro trato el misterio del universo", remató. Con el premio "Loewe" el escritor se consagra como uno de los referentes de la poesía de este siglo, tal como ensalzó el profesor Javier García Rodríguez.