La Junta General del Principado le dio al síndico mayor lo que ya sabía que recibiría, la condena política de toda la oposición parlamentaria, todos a una en insólito bloque transversal que recorre el hemiciclo de izquierda a derecha. En el Pleno de orientación de ayer, Podemos sacó adelante su propuesta de reprobación con el solitario e insuficiente voto en contra del PSOE y con el estrambote de una enmienda de IU que incita a Avelino Viejo a presentar la "renuncia inmediata". Significa eso que el parlamento suspende la gestión del máximo responsable de la Sindicatura de Cuentas y le invita a marcharse por mayoría abrumadora. Equivale a oficializar la sensación de que Viejo ha perdido la confianza de la cámara que le nombró, pero adelanta también que la crisis abierta en la Sindicatura no termina aquí.

El paso siguiente, el que puede hacer avanzar la cuestión desde este reproche político hasta el inicio del mecanismo administrativo por el que la Junta puede directamente destituir al síndico, sigue planteando dudas, pero ahora unas pocas menos. Ayer se volvieron a pronunciar explícitamente a favor del cese Foro y PP, pero ahora también Podemos, que dudaba, se dice partidario de seguir adelante por encima del informe de los servicios jurídicos de la Junta en el que las sentencias que reprueban la política de personal de la Sindicatura no se consideran suficiente motivo de revocación.

El escrito del letrado mayor entiende que la obligación legal de probar que Viejo incumplió los deberes de su cargo no queda satisfecha con las resoluciones judiciales que con reiteración han censurado los criterios de su sistema de provisión de puestos de trabajo. Pero tras la reprobación múltiple que la política de personal del síndico ha recibido de la oposición parlamentaria, de los jueces y de al menos uno de sus dos compañeros en el consejo de la Sindicatura, el diputado de Podemos Enrique López infiere que "la única decisión coherente que puede adoptar esta cámara" es "reprobar y revocar al síndico mayor". Reprobado está desde ayer. La revocación debe cumplir unos requisitos legales que Podemos puede llegar a ver consumados. Con los estatutos de la Sindicatura en la mano, artículo 39, sostiene que habrá base legal si se acepta que Viejo ha faltado a algunas de las obligaciones que definen los deberes de su cargo, en concreto las de observar "los principios de imparcialidad, objetividad y dignidad".

El caso es que Podemos está por la labor, y Foro y PP también, pero las tres quintas partes de los votos de la Junta que le ley exige para hacer efectivo el cese necesitan añadir a IU, y la coalición duda. Su portavoz, Gaspar Llamazares, no rebajó en su intervención de ayer el tono de su reproche a la gestión del síndico, pero en lo tocante a su futuro se limitó al contenido de la enmienda que exige la "renuncia inmediata" de Viejo, justo eso a lo que el síndico mayor se ha negado ya varias veces en las últimas dos semanas.

Pérdida de credibilidad

De la pérdida de credibilidad a la que Viejo ha abocado a la institución habló ayer mucho la Junta, que sin embargo moduló la intensidad según quién fuera el interviniente. Enrique López recordó que "tiene a todo su personal nombrado mediante procedimientos irregulares" y lamentó con frustración el "blindaje al que está sometido" el puesto por las estrecheces de las exigencias legales. Llamazares lamenta que "el síndico intentara poner sordina a esa sentencia que era un varapalo a toda la política de personal durante una década" y no son más leves los reproches que arrecian desde la derecha. Cristina Coto (Foro) augura "su peor jubilación" a Viejo -a su último mandato le restan nueve meses- y asegura que "estamos todos locos" si el reproche de la sentencia "no equivale a incumplir los deberes del cargo".

"La reprobación está muy bien", apostilla José Agustín Cuervas-Mons (PP), pero "es un gesto simbólico insuficiente" que no debe quedarse "en un paripé de la izquierda". El diputado popular tuvo también un reproche para Ciudadanos una vez que su diputado Armando Fernández Bartolomé hubo anunciado el voto a favor de la reprobación después de denostar la "politización" de la Sindicatura y el "disparate" de nombrar síndicos con profunda trayectoria política previa.

La última línea de defensa del síndico mayor, que fue otra vez el portavoz del PSOE, Marcelino Marcos, defiende a Viejo agarrado al informe de los letrados de la Junta, acusa a la oposición de hacer "un uso político y partidista" de la Sindicatura y advierte: a lo mejor caen en lo que critican si toman decisiones que se salten a los servicios jurídicos de la Junta.