La llegada de la primavera trae una de las imágenes más esperadas del año: los oseznos vuelven a verse en las montañas asturianas. Este fin de semana el perfil de Turismo de Asturias difundía este "impresionante vídeo" de las primeras osas con sus esbardos esta primavera en los Valles del Oso.

Pero, ¿qué hacer si me encuentro un oso? Si ve a un oso en el monte, mantenga la calma: de media vuelta, con tranquilidad, sin hacer ruido y sin dar voces. Ese es el primer mandamiento que el turista debe memorizar ante el imparable aumento de la población en la Cordillera Cantábrica -superan los 230 ejemplares- y el incremento del turismo de naturaleza. Para evitar sustos, el Gobierno del Principado, la Fundación Oso Asturias y la Fundación Oso Pardo han lanzado de forma conjunta un decálogo, que patrocina la Fundación EDP. Ayuntamientos de las comarcas oseras, oficinas de turismo y establecimiento hosteleros y hoteleros ya han recibido 25.000 trípticos y mil carteles explicativos sobre las pautas de comportamiento a seguir en caso de encontrarse en el camino a un plantígrado. Aquí lo puedes ver.

Un osezno sorprende a unos turistas

Un grupo de excursionistas tuvo ayer en Somiedo un encuentro inesperado con un pequeño osezno. En la Collada de Aguino, a poco más de un kilómetro de Pola de Somiedo, un niño se separó unos metros del grupo, a la altura de un mirador muy visitado por quienes quieren disfrutar de la berrea del venado y del avistamiento de osos, y el ruido que escuchó cerca de donde se encontraba resultó ser un pequeño esbardo, probablemente recién nacido. Ocurrió a media tarde y al comprobar que la madre del animal no se encontraba a la vista la familia dio cuenta del hallazgo al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que recibió la comunicación en torno a las siete. La guardería del Medio Natural acudió a inspeccionar la zona y la tarea les ocupó las horas que quedaban de luz, hasta el anochecer, en una zona de orografía compleja, pero no dio resultado, por lo que los guardas supusieron que el osezno había vuelto al lado de su madre, que en eltiempo que duró la búsqueda tampoco pudo ser localizada.

El esbardo se aproximó a una zona cercana al camino -la estrecha carretera que lleva de Pola de Somiedo a los pueblos de Aguino y Perlunes- y su pequeño tamaño hace suponer que puede ser muy joven, casi recién nacido, teniendo en cuenta además que es en estos primeros compases de la primavera cuando las hembras parideras, recién salidas del periodo de hibernación, dan a luz a sus oseznos y los amamantan.