La fiesta fue doble en Cangas de Onís, porque ayer, día de apertura de la temporada de pesca con muerte en Asturias, hubo campanu: del Sella y de Asturias. Así lo sentenció minutos antes de precintarlo en el centro de El Portazgo el feliz pescador Juan Antonio González Menéndez, "El Sastrín", vecino de Ribadesella y miembro de la sociedad "El Esmerillón": "Es un campanu de Asturias, se pescó en el Sella y se subastará en el puente "romano"". Y así fue.

El Sastrín capturó el ejemplar sobre las 12.00 horas, en la zona libre de L'Arcu, entre el Picu la Vieya y Trioungu, en el curso medio del río Sella, utilizando como cebo natural (quisquilla y merucu). Pesó 7,190 kilogramos y tenía 87 centímetros. La pelea duró un rato. "El río trae mucha agua", reconoció el hombre. Le ayudó con la sacadera Tomás Ampudia, de Collera (Ribadesella), que había probado suerte, con anterioridad, en esa misma zona. Eso sí, nada más entrar en la sacadera cortaron la tanza y pusieron rumbo a toda pastilla hacia el precinto. Después, ya con mucha más tranquilidad, regresaron para recoger la caña y demás utensilios.

El móvil del pescador no dejó de sonar. Muchas procedieron de Salas, ya que había mucho interés en que ese salmón, el campanu de Asturias-2018, tomase dirección hacia el Occidente para ser subastado en la feria de Cornellana. Pero El Sastrín lo tenía claro: se subastaría en Cangas de Onís. El regidor, José Manuel González Castro, agradeció la decisión del veterano ribereño que ha hecho doblete: el año pasado sacó también el primero del Sella.

La jornada amaneció con gente prepartida por toda la ribera del Sella. Una docena de pescadores se apostaron junto a El Puentón. No hubo resultados. Otro tanto de lo mismo acontecía aguas arriba, en el lance de La Barca, con dieciséis personas. Hoy será jornada de descanso.