Tráfico inició ayer la habitual campaña de velocidad que realiza en el mes de abril, la que supone un mayor número de multas, ya que en alguna ocasión han sido sancionados uno de cada 25 vehículos controlados por la Guardia Civil. La campaña se centra sobre todo en las carreteras convencionales, donde se registran el 80 por ciento de los accidentes mortales. En la campaña se utilizarán además los radares invisibles, que pueden colocarse en cualquier soporte, guardarraíles incluidos. Ya se utilizaron la pasada Semana Santa.

Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) y la Conferencia Europea de Ministros de Transporte (ECMT), la mitad de los conductores circulan a una velocidad inadecuada, ya sea excesiva o no ajustada a las condiciones de la vía. Uno de cada cinco supera en 10 kilómetros por hora el límite legal. En 2016, más de 350 personas murieron en siniestros por velocidad inadecuada.

La nueva campaña de control de velocidad en las carreteras asturianas se prolongará hasta el domingo 22 de abril. Los Ayuntamientos que cuentan con sistemas de control de velocidad propios también han sido invitados a tomar parte en la campaña. Además, la Dirección General de Tráfico va a incluir en la nueva Ley de Tráfico una reducción genérica de la velocidad en carreteras convencionales. Según Gregorio Serrano, director de la DGT, "la idea es que la totalidad de estas vías tengan un límite de velocidad de 90 km/h, límite que los titulares de estas vías podrían elevar a los niveles que consideraran razonables".