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Ledo arrojó el cuerpo de Paz Fernández al embalse de Arbón la noche en que murió

Los investigadores de la Guardia Civil de Oviedo descartan que el único detenido por el crimen contara con ayuda de otra persona

Javier Ledo, el día de su detención, al llegar al registro de su casa. G. GARCÍA

Javier Ledo, el presunto asesino de Paz Fernández Borrego, actuó en solitario, sin ayuda alguna para trasladar el cadáver. Esta es una de las conclusiones a la que han llegado los investigadores de la Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo y de Luarca, que se hicieron cargo de las pesquisas para aclarar la muerte de la gijonesa. También saben que el único acusado del crimen se deshizo del cuerpo el mismo día en que presuntamente mató a la mujer, arrojándolo al embalse de Arbón (Villayón), junto con su bolso y el móvil.

El comandante jefe de operaciones de la Guardia Civil de Oviedo, Alejandro Anelo, explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA que "no existe ninguna posibilidad de que Ledo tuviera ayuda. Él solo la trasladó hasta el embalse y la arrojó al agua con su bolso y el móvil", aseguró.

Paz Fernández Borrego desapareció en Navia la noche del 13 de febrero, y su cuerpo fue hallado de manera fortuita en el embalse de Arbón el 6 de marzo. Presentaba varios golpes en la cabeza y en el cuello. Unos días después fue detenido Javier Ledo, quien al principio negó rotundamente tener relación con la desaparición y con la muerte de la gijonesa, para acabar confesando ante la Guardia Civil. Aunque al día siguiente cambió la versión en su declaración ante la juez de instrucción de Luarca y aseguró que la mujer se había caído por la escalera y se había golpeado en la cabeza. Una versión difícil de creer a juzgar por los golpes que presentaba el cuerpo.

El comandante Anelo también indicó que Ledo se había desecho del cuerpo la misma noche del día 13. Y cuando confesó explicó cómo lo había metido en el coche, el recorrido hasta el embalse de Arbón, dónde había parado para arrojarlo al agua, el regreso, que aparcó el coche donde el hospital de Jarrio y que volvió de nuevo a su casa de Navia.

El caso ha pasado al Juzgado de Violencia sobre la mujer de Gijón, cuya titular, la magistrada Estrella González Maroño, decretó que Javier Ledo continúe en prisión por la gravedad de los hechos, calificados de momento de homicidio, y la reiteración delictiva, puesto que el investigado cuenta con un amplio historial de antecedentes.

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