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Apuntes De Mecánica Política

El sector crítico del PSOE toma la decisión de pelear, mientras Barbón se ve aún más fuerte

Los descontentos unen fuerzas y preparan la estrategia para dejarse oír internamente | Los motores para las primarias se calientan Alcaldes y dirigentes locales temen un perjuicio electoral con el nuevo rumbo del partido y un cambio radical del programa Críticas al secretario general por "saltarse" la prometida bicefalia

El sector crítico del PSOE toma la decisión de pelear, mientras Barbón se ve aún más fuerte

El sector crítico del PSOE ha decidido pasar el Rubicón. La reunión celebrada el viernes en Avilés supone el paso definitivo de la corriente interna para organizarse y preparar una estrategia común. Están dispuestos a evitar a toda costa acabar diluidos por el rodillo sanchista y, mucho menos, dejar que militantes y figuras de referencia en el PSOE asturiano acaben orilladas y con una sensación de orfandad ante los pasos de la dirección regional que encabeza Adrián Barbón. Más aún, algunos alcaldes y dirigentes locales creen que la candidatura de Barbón puede ocasionarles un revés electoral en sus respectivos territorios. Temen que se produzca "una revisión absoluta del programa electoral" y que no se tenga en cuenta su voz a la hora de valorar lo hecho hasta ahora desde los distintos gobiernos. La corriente crítica está dispuesta a convertirse en un sector estable en el partido, que peleará por que su peso y opiniones sean reconocidos no sólo en el ámbito autonómico (no sólo hay primarias para elegir candidato, sino que también la lista autonómica habrá de someterse a la militancia), sino también en el local. De aquí a las elecciones de 2019 están dispuestos a pronunciarse con una voz única y propia.

El Rubicón. No hay vuelta atrás. Julio César pronunció su célebre "Alea iacta est" ("La suerte está echada") cuando franqueó el río Rubicón pese a que Roma consideraba sacrílego cruzarlo aunque fuera con una sola cohorte de soldados. El paso de los críticos para aglutinarse es definitivo. "

La alianza, en Avilés. El encuentro se celebró en un restaurante avilesino próximo al Niemeyer. La hora, las cinco de la tarde. En principio, la convocatoria estaba prevista para muy pocos dirigentes socialistas, apenas una decena, aunque finalmente duplicaron en número. El encuentro no tenía como objetivo organizar nada, sino poner en común el estado de las cosas ante el previsible arranque de las primarias en la Federación Socialista Asturiana. Por primera vez, representantes de grupos heterogéneos que se dejaban aglutinar bajo la etiqueta de "críticos" se daban cita para tratar de organizar sensibilidades que hasta ahora estaban dispersas: alcaldes, referentes del sector ugetista, "guillermistas" (partidarios de que el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, compita en las primarias), "lastristas" (quienes señalaron al consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, como otra opción para optar a la pelea por la candidatura autonómica), dirigentes del ámbito autonómico y local... todos ellos acudieron a una cita con el objetivo de decantar la estrategia final de la corriente crítica y organizarse más allá de tendencias deshilvanadas, comentarios de café o movimientos más o menos velados.

La necesaria bicefalia. Hay una reflexión que aglutina a este sector del PSOE: las elecciones de 2019 son una prueba de fuego y, a su juicio, los pasos que está dando la dirección regional de la FSA no son los más adecuados. En especial, que el secretario general, Adrián Barbón, haya sido empujado por Pedro Sánchez para ser el candidato autonómico pese a que el criterio expresado por el líder del PSOE asturiano era que se centraría en el partido.

El olvido de "la palabra dada". "Recuperar esa histórica bicefalia del PSOE en Asturias era una cuestión clara para todo el partido. No sólo la expresó Barbón en la campaña de las primarias que le permitió ser secretario general, sino que también era el planteamiento con el que concurría el otro candidato, José María Pérez", aseguran asistentes al encuentro del viernes en Avilés. "Esa reflexión era algo que no se cuestionaba y que ahora ha saltado por los aires", señalan.

Aunque también se asentaba entre algunos dirigentes la idea de que no se debía competir con el secretario general, gana puntos la reflexión de que la decisión de que Barbón opte a ser el candidato rompe "la palabra dada". "El planteamiento de que el partido había perdido vigor en la etapa en la que Javier Fernández ha estado compartiendo la secretaría general con la Presidencia regional era compartido", afirman. También pesa la reflexión de que la actual ejecutiva "tiene un perfil de Gobierno en la sombra", que podría ser el germen de un futuro Ejecutivo.

Inquietud en los municipios. Las elecciones autonómicas de 2019 serán también locales. Cada agrupación socialista tendrá que elegir candidatos y elaborar su lista. Por eso en los territorios "críticos" se temen injerencias de la mayoría sanchista, imposiciones de la dirección regional o estrategias de "reordenación" de listas que permite el nuevo reglamento del partido. Pero también que de cara a las elecciones se conforme un programa en el que se dejen de lado posiciones "que hasta ahora han permitido ganar elecciones".

Viejos contrincantes pero unidos: el espíritu que ahora peligra. "Anda que no nos planteamos batalla entre nosotros", vino a decir alguno de los asistentes al referirse a con quienes compartía mesa en Avilés. La corriente crítica, ahora aglutinada al cuestionar que Barbón sea candidato, incluye a referentes del PSOE asturiano curtidos en batallas internas. Ahora están en el mismo lado. "La diferencia es que entonces había una filosofía de partido que llevaba a integrar, a repartir cuotas o territorios y que lograba mantener la unidad; ahora lo que se avecina es un debate en el que los ganadores quieren quedarse con todo", aseguran.

Las primarias, a la vuelta de la esquina. La convocatoria por parte de la dirección regional de un comité autonómico para el próximo día 28 avivó los rumores de que la dirección federal había marcado el arranque de las primarias en Asturias. El orden del día se mantenía ambiguo, con un punto de "varios" en el que, previsiblemente, Barbón lanzará el calendario para elegir el candidato autonómico. El plazo de desarrollo de las primarias es de 45 días, lo que permitiría llevarlas a cabo a mediados de junio, como ya apuntaban en medios de la dirección federal. La FSA establecerá dos días para que se postulen los "precandidatos"; es decir, los nombres de quiénes competirán en las primarias. Para entonces, los críticos ya deberán haber despejado si presentan batalla y con quién. Esa decisión aún no está tomada, pero en absoluto se descarta, advierten fuentes del sector.

Nos veremos en las urnas. El mensaje del sector mayoritario se mantiene sólido y se basa en una palabra: "tranquilidad". "Si hay discrepancias sobre el candidato para eso están las primarias", sostienen en medios próximos a la dirección del partido. El discurso interno de Barbón es que las resistencias internas se vencerán, aunque será necesario tiempo y una actitud favorable de los contrarios, aunque la palabra integración no se escucha. Sí la idea de que algunos dirigentes en principio enfrentados al sanchismo han mantenido estos meses una "actitud de colaboración" con la dirección del partido que ésta les reconoce. También se incluye en esa lista a algunos consejeros del Gobierno de Javier Fernández e integrantes del grupo parlamentario. La dirección de la FSA recalca que Barbón se impuso en las primarias con un 60,6% de los votos, frente al 37,9% que obtuvo el gijonés José María Pérez. Y esa distancia "ha aumentado" en los meses siguientes, ya que algunos dirigentes críticos "comprueban que no existe enfrentamiento entre la FSA y el Gobierno regional". Precisamente evitar ese "desánimo" y "la sensación entre militantes de que es necesaria una parte del partido que les represente" es lo que ha impulsado a los críticos a pasar su Rubicón. Y a subirse definitivamente a la pasarela del debate político interno en el PSOE asturiano.

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