El sector agrario asturiano, igual que el del resto de España, alzó ayer la voz contra el recorte del 5% del importe de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), para el periodo 2021-2027, según la propuesta del nuevo marco financiero plurianual que presentó este miércoles la Comisión Europea.

Las noticias que llegan de Bruselas confirman los peores presagios de agricultores y ganaderos: habrá menos dinero y cambiará el modo de reparto de las subvenciones. La Comisión pretende acometer un tijeretazo de más de 40.000 millones para los próximos seis años en la Política Agraria, que perderá peso a favor de otras medidas como la defensa y la protección de fronteras.

El sindicato COAG aseguró que los recortes supondrían una pérdida real cercana al 17% de las ayudas para los agricultores, si se tiene en cuenta la inflación a lo largo de todo el periodo presupuestario (estimada en el 2% anual).

Además, la organización considera que el marco presupuestario es "insuficiente para abordar las nuevas exigencias, compromisos y retos planteados en la comunicación de la propia Comisión sobre el futuro de la PAC, la alimentación y la agricultura tras 2020".

Según el secretario general de la COAG, Miguel Blanco, "resulta contradictorio e incoherente que para dar respuesta a las principales demandas de los ciudadanos europeos, la UE proponga una nueva reducción del apoyo comunitario a los agricultores y ganaderos".

Ramón Artime, presidente de ASAJA en Asturias, considera "inaceptables" las medidas que, según señala, implican otro recorte del 4 % en los pagos directos. "No entiendo cómo, en un momento en el que la renta agrícola se sitúa muy por debajo de la media del resto de los sectores, la Comisión propone una bajada de las ayudas. Se trata de un auténtico despropósito, máxime si se pretende hacer atractiva la incorporación de jóvenes al sector agrario", señala.

La lucha contra el despoblamiento rural o los objetivos de las Naciones Unidas para conseguir un desarrollo sostenible también quedan en cuarentena. "Bruselas no puede cargar sobre las espaldas de los agricultores el coste de la salida del Reino Unido de la UE. Demandamos que se aumenten las aportaciones de los estados al presupuesto comunitario hasta el 1,3% del producto nacional bruto", aseguró Artime.

Lorenzo Ramos, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), destacó que la UE también pretende aumentar las tasas nacionales de cofinanciación en desarrollo rural. "Si ya resulta complicado que las regiones cofinancien, este incremento supondría un esfuerzo financiero difícil de asumir".

Blanco (COAG) destacó que todos los países desarrollados apoyan su agricultura y citó Noruega, Japón, Estados Unidos y Canadá, que aportan más que la UE a sus sectores primarios.