La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, y el director general de Agroalimentación, Jesús Casas, han presentado esta mañana el logotipo de la candidatura de la sidra asturiana a Patrimonio de la Humanidad. El logotipo muestra una manzana y un imagen alegórica del escanciado, práctica señalada como la principal singularidad de la cultura autóctona para ver cumplida esta aspiración.

Lograr que la Unesco incluya a la sidra asturiana en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, donde ya están desde la dieta mediterránea a las cocinas francesa y mexicana, el mariachi, el flamenco y los patios de Córdoba, es una prioridad para el gobierno del Principado, y una firme decisión que tomará cuerpo en unas dos semanas, con la constitución de un comité de expertos que tendrá como misión elaborar y trabajar en firme por la candidatura que debe elaborarse en el plazo casi récord de un año, para llegar a la tiempo a la nueva apertura de solicitudes que realizará la organización de Naciones Unidas para la Cultura, en la primavera de 2019.

El director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas, y señaló semanas atrás que se están realizando todos los esfuerzos para lograr un reconocimiento que en su opinión se merece la bebida regional, "que es la protosidra, el origen de todas las sidras del mundo; que continúa haciéndose a la manera tradicional y manteniendo procesos básicos como el escanciado". Entre los que defienden la consideración de la sidra asturiana como la más antigua del mundo está el historiador Luis Benito García, quien ya en 2012 comenzó a preparar la candidatura frustrada, tras realizar una tesis sobre la sidra, y que según Casas, será uno de los integrantes del citado comité. De hecho, una parte del estudio histórico necesario para presentar la candidatura ya está elaborado por el historiador lavianés

En el organismo habrá representantes de las consejerías de Desarrollo Rural y Cultura, así como de la Denominación de Origen Protegida "Sidra de Asturias", presidida por Tino Cortina, entidad que respalda por completo la declaración para el producto asturiano, que sería la primera sidra del mundo en lograrla.

El freno a los presupuestos regionales para 2018 es el gran escollo para desarrollar proyectos de difusión como un gran congreso en torno a la sidra y publicaciones sobre su historia. En el frustrado proyecto presupuestario se consignaban 100.000 euros para estas actuaciones.

"Es una pena que la política se anteponga a algo que beneficia a todos los asturianos", lamentó Jesús Casas tiempo atrás. El sector sidrero sabe que los "interrrogatorios" de la Unesco son duros y ante ellos se preparan contundentes argumentos. "Si nos preguntan porqué es interesante para alguien de Tailandia, que nuestra sidra logre esa declaración, diría que por lo mismo que a la humanidad le interesa que en unas excavaciones en Egipto aparezca la fórmula original de la cerveza", indicó Casas. El objetivo es conseguir el mayor apoyo social y para eso existen perfiles en Facebook como "Únete para que la Sidra sea declarada Patrimonio de la Humanidad" o "La Cultura de la Sidra Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".

La sidra ha generado cultura propia como la espicha o el escanciado. Con esas ideas como base, la extinta Asociación de Lagareros de Asturias (ALA), avaló en su día una candidatura ante la Unesco para que los rituales y peculiaridades que acompañan a la bebida regional se incluyeran en la lista de Patrimonio Inmaterial. La propuesta para reconocer un legado etnográfico y cultural ligado a un producto tan representativo de la forma de vida asturiana como la sidra contó desde el principio con el respaldo del Principado. Luis Benito García enumeraba entre los factores que deben ser protegidos: el patrimonio etnográfico generado por la sidra, manifestaciones culturales como las espichas y formas de consumo originales, como el escanciado. García compara la cultura de la sidra a la que se ha generado en zonas de Francia como Borgoña o Burdeos.

Y mientras la sidra prepara su desembarco en una de las listas más prestigiosas del planeta, los lagareros observan cómo en el País Vasco, el Gobierno regional respalda acciones de promoción que buscan lograr una denominación de origen protegida (DOP) como la de Asturias, (única española hasta la fecha), y como la que también tiene la sidra de Cornualles (Francia), o la de Krokos Kozanis (Grecia). En Asturias el Consejo Regulador de la DOP recibe 100.000 euros de la Consejería de Desarrollo Rural a los que se unen los 250.000 que promocionan la marca "Alimentos del Paraíso".