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DAVID VILLAGRÁ ÁLVAREZ | Juez decano de Almería, exdirector general de Justicia en Asturias

"La carencia de medios de la justicia en Asturias es en algún caso tercermundista"

"Si se carga contra los jueces como se ha hecho con el de 'la Manada' porque no nos gusta una sentencia, ¿abrimos la veda para todo?"

David Villagrá Álvarez.

David Villagrá Álvarez, ovetense de 40 años, fue director general de Justicia del Principado entre septiembre de 2011 y junio de 2012, con Foro en el Gobierno regional. Ya entonces ejercía como juez en Almería, donde acaba de ser elegido juez decano en unas elecciones que en principio parecía que iban a suscitar cierta polémica pero que al final se saldó con una única candidatura: la suya.Villagrá lleva una década ejerciendo en la provincia andaluza, donde fue instructor de un mediático caso de corrupción urbanística bautizado "Costurero", que se saldó con importantes sentencias condenatorias, aunque no ocurrió lo mismo con otros asuntos. En la actualidad es magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Almería, que tiene una peculiaridad: no hay ni un papel. Hace dos años que se implantó el expediente digital, del que tanto se habla en Asturias y que aún no tiene fecha de implantación.

- ¿Cómo recuerda su experiencia con Director General de Justicia en Asturias?

-Personalmente fue muy gratificante y un lujo poder trabajar en Asturias. Y a nivel profesional, me sorprendió el desconocimiento que tiene la Administración de cómo funciona la justicia. Por ejemplo, se implantó la justicia gratuita, que suponía un coste anual de cinco millones de euros, y sólo teníamos dos. Pero era necesario dar el servicio y además estábamos en plena crisis económica y sin presupuesto. ¿Cómo se hace eso? El edificio judicial de Gijón, que se estaba levantando y no había dinero para las obras, pero había que acabarlo. El presupuesto es importantísimo y aprendí que quien tiene el dinero tiene la responsabilidad, tanto cuando se hacen cosas bien como cuando salen mal.

- Su papel como juez decano de Almería es, entre otros, el de pedir recursos.

-Efectivamente. Pero aprendí la normativa, cómo funcionan los funcionarios, cómo es la tramitación para la aplicación del presupuesto... Las cosas llevan su tiempo porque por encima de todo hay que cumplir con la ley. Mi paso por la Dirección General de Justicia en Asturias me enseñó a saber qué puedo y qué no puedo pedir.

- Usted participa activamente en las movilizaciones de jueces, magistrados y fiscales para pedir cambios en la Justicia. Para dar solución al problema hace falta dinero.

-Dinero hace falta para todo, pero no es la principal reivindicación. Nosotros hacemos algunas peticiones que no implican gastar más y que no nos conceden, como la de que seamos nosotros, los jueces, los que elijamos a los vocales del Consejo General del Poder Judicial. ¿Porqué no se nos concede eso?

- ¿Porque la justicia está politizada? O dicho de otro modo, ¿el Gobierno la quiere controlar?

-Si los políticos designan a quienes tienen que estar en nuestro órgano de gobierno, pues eso supone un cierto control. Cada uno de los poderes debe tener cierto control sobre los otros, pero si a quienes deben controlar la justicia los designan por criterios de política...

- Por si fuera poco, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, les ha puesto en pie de guerra con sus críticas al juez que pidió la absolución de los miembros de "la Manada".

-Las manifestaciones del Ministro han sido absolutamente desafortunadas. Pero no sólo las suyas, porque también las ha habido de portavoces parlamentarios, de grupos políticos, de organizaciones... ¡Antes de que se leyeran la sentencia! La sentencia es susceptible de crítica, pero se han excedido quienes no deben por ejercer cargos institucionales y políticos.

- ¿No será que los jueces tienen la piel muy fina a las críticas?

-Los jueces estamos en la realidad y claro que se nos puede criticar. Pero de ese juez en concreto se han dicho cosas tremendas, como que no es apto para realizar su trabajo y que le hay que sancionar. ¿Dónde estamos? Comentar o criticar una sentencia es legítimo, pero si ya cargamos así contra los jueces porque no nos gusta la sentencia que ha dictado ¿qué hacemos? ¿Abrimos la veda y hacemos lo mismo con otros casos, como Gürtel, los ERES en Andalucía? Los jueces interpretamos y aplicamos la ley, y quienes legislan son otros.

- ¿Hay que cambiar entonces el Código Penal?

-Hay que adaptar la ley a los tiempos, y cada uno que haga su trabajo. A día de hoy, la ley es la que hay y es la que se aplica. Pero aquí nadie se acuerda de la justicia para nada, ni parece que quieran llegar a un acuerdo para modernizarla, para introducir mejoras, que es lo que estamos reivindicando. Pero con la sentencia de "la Manada" todos los políticos han salido a la palestra.

- ¿Electoralismo?

-Bueno, parece que estamos en precampaña.

- Se volverá a intensificar el debate sobre la corrupción. Y dicen algunos que en Asturias hay muchísima.

-La ha habido en toda España, y si en Asturias la ha habido, no hay más que mirar para Madrid, Valencia, Andalucía, Castilla y León. En la época de las vacas gordas el "boom" inmobiliario fue enorme en todo el arco mediterráneo. Le hablo de casos que conocí, como que por ejemplo se daban licencias de construcción por silencio administrativo, que no existe. La corrupción es un problema generalizado, quizás porque no hubo control de la Administración. Si hubiera un cuerpo de interventores del Estado, como había antes, quizás se hubieran evitado muchos casos.

- Dicen que Asturias también es el paraíso de la justicia porque los resultados de los órganos judiciales son muy buenos.

-Es cierto. El problema de Asturias es que tienen una carencias enormes de medios materiales y algunos casos me atrevería a decir que son tercermundistas. Hace poco tuvieron un grave problema por un problema informático, con un programa con el que ya hace tres años que no se funciona. ¿Y las sedes judiciales? Recuerdo cuando fui director general y conocí el juzgado de Infiesto. Había dos baños, y en uno de ellos estaban los utensilios de limpieza y la torre del servidor, al alcance de todo el mundo. ¿Cómo es posible? Y no hablemos de la dispersión de edificios judiciales en Oviedo, que además resulta muy caro en alquileres y en mantenimiento.

- ¿Usted tenía algún proyecto?

-Sí, pero no tenía dinero ni me dio tiempo. En Oviedo se tenía que haber hecha hace mucho tiempo la Ciudad de la Justicia.

- Se ha hablado y propuesto hacerla en el Cristo, aprovechando las antiguas instalaciones del HUCA.

-Un proyecto carísimo y prácticamente imposible de ejecutar. Por eso no salió adelante, porque no era real. Nosotros (el gobierno de Foro) teníamos el compromiso de sacarla adelante, y mi propuesta era ubicar la Consejería de Servicios y Derechos Sociales en otro lugar y que la Audiencia Provincial se ubicara en ese edificio, de tal manera que los juzgados se concentraran todos en el mismo espacio, en Llamaquique. A lo mejor a alguien le parece que no es lo ideal, pero desde luego era algo real, que se podía haber llevado adelante.

- ¿Y para construir nuevas sedes judiciales?

-Siempre me llamó la atención que había dinero para levantar museos, pero museos de todo tipo. Pero no para hacer sedes judiciales dignas y propias de este siglo. Y la responsabilidad de que ocurran estas cosas, insisto, es de quien maneja el presupuesto, que es quien decide a qué se dedica y en qué se gasta.

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