La sidra quiere convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Y como carta de presentación para conseguir este objetivo el caldo asturiano presentará el gran arraigo que tiene esta bebida en todo el Principado. Y no es pera menos. Los datos hablan por si solos. La producción de sidra con denominación de origen protegido (DOP) batirá récords este año, hasta alcanzar los 4 millones de botellas, como anunció María Jesús Álvarez. "Tenemos que hacer frente al reto de haber crecido; hay que comercializar una cosecha excepcional; esto que hacemos hoy forma parte de un plan de trabajo para potenciar esa producción", agregó.

Las ventas de la DOP alcanzaron en 2017 los 2,2 millones de euros y 1,4 millones de botellas; los lagares pasaron de 31 a 41 y las variedades de manzana aumentaron de 22 a 76. Durante la campaña de 2017 se destinaron un total de 6.926.863 kilos de manzana asturiana a la producción de sidra reconocidas con denominación de origen.

La sidra con DOP cuenta actualmente con 31 lagares y 322 cosecheros que disponen de 843 hectáreas destinadas a la producción de las 76 variedades de manzana de sidra autorizadas. La sidra elaborada con manzana autóctona es algo más cara pero a cambio supone un recurso económico añadido para el campo asturiano. Los caldos con denominación de origen Sidra de Asturias pueden encontrarse en tres variedades: la sidra natural de escanciar, que es la más conocida; la sidra natural de nueva expresión que se sirve en copa sin necesidad de ser escanciada y la sidra natural espumosa, cada vez más apreciada.

Este también podría ser un buen año para la sidra espumosa. Esta variedad también vivió el año pasado unos registros espectaculares, con un crecimiento del 20 por ciento, apuntalado por la bonanza de las cifras de la campaña de navidad.